
EFE, España.- Después de las emociones fuertes tras la consecución de la Copa del Rey y el anuncio de la despedida de Andrés Iniesta, el Barcelona puede vivir hoy un día mágico y celebrar su vigésimo quinto título de la Liga española, y sentenciar al Deportivo a Segunda división.
El estadio Abanca-Riazor acogerá un choque de extremos, en el que si el Barza puntúa será campeón matemáticamente, aunque es posible que también lo sea antes de jugar según lo que hagan Atlético y Real Madrid, y en el que los gallegos necesitan ganar para evitar el descenso.
Al Depor todo lo que no sea ganar (y su rival no ha perdido esta temporada en Liga) le mandará a Segunda División.
Los coruñeses homenajearán al Barza con el tradicional pasillo por la Copa del Rey que consiguió la semana pasada ante el Sevilla (5-0) y después intentarán evitar que el equipo de Ernesto Valverde sume el único punto que le falta para entonar el "alirón".