
Liderado por el argentino Ángel Di María, París Saint-German (PSG) se llevó ayer por sexto año consecutivo la Supercopa Francesa, en un partido ante el Mónaco (4-0) en el que no necesitó a Neymar -que saltó al campo en el minuto 75 vitoreado por el público- para demostrar su indiscutible superioridad ante el Mónaco.
El estadio "Shenzhen Universiade Sports Centre", en esa calurosa ciudad del sur de China, presenció cómo los parisinos de Thomas Tuchel, quien levantó ayer su primer título en su debut oficial como técnico del equipo parisino, ganaron por 4-0 a los del portugués Leonardo Jardim.
El PSG, aún sin el campeón mundial Mbappe y que decidió dejar a Neymar en el banquillo hasta el minuto 75, dominó el partido desde el pitido inicial y empezó a acorralar a su oponente en el minuto 33, cuando Di María firmó el primer gol de falta tras un breve receso para refrescarse y beber agua.
Ver el marcador 1-0 les sirvió a los ganadores de la Copa de Francia como incentivo para intensificar su ataque y poner aún más contra las cuerdas a Mónaco, que seis minutos después encajó el segundo gol procedente del franco-congoleño Nkunku, de 20 años.