
Una costumbre y tradición muy arraigada en la Villa Imperial es el armado de tumbas en la celebración de Todos Santos.
¿Pero qué es exactamente una tumba de Todos Santos?
Una tumba de Todos Santos, no es precisamente una tumba donde está sepultado el difunto. (Aunque en algunos lugares, estos actos y rituales se los realiza dentro de un cementerio y sobre la tumba misma donde está enterrado o sepultado el difunto o ser querido).
En la actualidad, una tumba de Todos Santos, en Potosí y en gran parte de Bolivia, como así mismo en algunos otros lugares de los Andes, en su forma física es el armado de una instalación estructural representativa, compleja pero efímera, que consta de diferentes elementos de diseño y simbología que forman el todo, que es la tumba misma y que siglos atrás, recibía el nombre de catafalos o túmulos y posteriormente en esta parte de América: tumba de Todos Santos.
La misma se la realiza en honor del difunto o de los difuntos de cada núcleo familiar, en la que puede participar; sin embargo, toda la sociedad.
Y es creencia y fe, dentro de la sociedad misma, que los difuntos, desde el más allá, o el mundo espiritual, vuelven al mundo terrenal especialmente por estas fechas.
Aunque también es creencia que el alma o espíritu del ser querido fallecido corporalmente, siempre está presente como guardián y vigilia de sus seres queridos en el mundo terrenal, pero que la fiesta de Todos Santos todas las almas vuelven para corroborar que no se han olvidado de estas, que han preparado un altar, una mesa y banquete en su honor.
La costumbre de armar o instalar tumbas en domicilios o cementerios tiene origen autóctono precolombino y europeo colonial, principalmente. En ese entendido, en su concepción actual, es de manifestación mestiza.
Los antecedentes documentales e historiográficos, se remontan en la región de Potosí, al siglo XVI respecto a su influencia española. Especialmente en la celebración de los funerales de Carlos V en Potosí.
Pero en su parte autóctona o precolombina, se remonta milenos antes, con sus características propias que la distinguen.
En su forma y significado espiritual, una tumba de todo santos, es el vínculo intermedio entre el más allá y el mundo terrenal. Es el vínculo que conecta a los seres queridos con las almas y sus familiares.
En estas tumbas o “tumbitas”, como también las denomina el pueblo, el elemento central; es la imagen o fotografía del difunto.
Pero el significado y simbolismo de este armado, va más allá, pues es creencia arraigada, como ya se ha mencionado, que el alma misma del difunto es el que estará presente para esta celebración.
FECHAS DE TODOS SANTOS
Esta actividad se la realiza en Potosí, desde el 29, 30, 31 de octubre y el 1, 2 y 3 de noviembre de cada año. Aunque en todo el año ya se van preparando para esta celebración.
¿CUANDO SE ARMAN LAS TUMBAS DE TODOS SANTOS?
Este armado de tumbas se realiza generalmente al año de fallecido el ser querido, con gran boato y notoriedad, a puerta abierta para toda la sociedad, pero que sin embargo, también se lo puede realizar en fechas anteriores al año de fallecimiento del ser querido.
Después de realizada la tumba al año de la muerte del ser querido, muchas familias siguen realizando el armado de tumbitas, todos los años. Este armado de tumba puede hacerse de manera unitaria para una sola almita o ser querido fallecido, o en conjunto, compartiendo una sola tumba con otros seres queridos anterior o posteriormente fallecidos, pero con la característica que la realizan y arman con más decoro, entre la intimidad de familiares cercanos y ya no de forma masiva y pública.
Sin embargo, hay que hacer notar que al año del fallecimiento del difunto o de un ser querido, este toma prominencia y se hace y arma la tumba para él solo exclusivamente.
ACTIVIDADES PREVIAS A TODOS SANTOS
Cabe destacar que en fechas previas a las que se mencionan a continuación, se efectúa la preparación de chicha y masitas. Que tiene su tradición particular en cómo se las efectua.
Las formas mismas de las masitas tienen su significado y simbología, cada una aparte y distintiva entre el diseño, preparación entre unas y otras. Tal el caso de las T'anta wawas, entre otras varias. Sin embargo, una vez fallecido el ser querido, en todo el año los dolientes y familiares se preparan para todos los rituales y costumbres a seguir.
ESTRUCTURA Y ELEMENTOS DE LAS TUMBAS DE TODOSANTOS
Esta instalación, constructuccion o armado de la tumba de Todos Santos se la forma o construye a manera de altar y retablo, levantándola desde el suelo, luego sobre una plataforma, entre mesas y columnas adornadas, dispuestas artísticamente hasta una elevación considerable.
En esta estructura se coloca telares finísimos, en colores variados, dominando; sin embargo, los tonos grises, y los colores blanco, negro, morado, púrpura, etc.
Seguidamente se colocará alrededor y encima de esta, a manera de banquete y muestrario, un sin fin de diferentes objetos y elementos simbólicos, entre los que se puede apreciar: flores, “masitas”, (repostería) dulces, fruta seca, comidas suculentas en platos varios, etc.
Al fondo del armado de la tumba, pero en lugar visible y prominente, estará siempre presente e imponente un crucifijo.
A todo ello, no pueden faltar las velas en diferentes tamaños, dispuestos en candeleros y candelabros, que se colocan alrededor o en lugares especiales, pero sobre todo adelante, frente a la imagen central, que al unirse a los demás elementos dará forma concluida a toda la tumba.
En medio de todo estará la imagen del difunto o ser querido.
Esta estructura cargada de mucho simbolismo, valga mencionarlo, tiene toda la herencia concepcional del barroco andino-europeo o barroco mestizo, en todo su particular esplendor.
¿QUIENES PARTICIPAN DE TODOS SANTOS?
Una vez preparado todo, y en los días clave para ello, la gente, sea pariente o no, tiene la costumbre de ir a visitar estas tumbitas a cada casa en las que se arman estas y en la que una vez frente a la tumba, ofrecen rezos, generalemente el Padre Nuestro, el Gloria y el Ave María. En estas ocasiones, los niños ofrecen hasta cánticos, entre los más tradicionales hasta los más ingeniosos y novedosos, todo en honor al difunto o para la almita. Y, en retribución y agradecimiento, los familiares que han armado la tumba invitan y obsequian a los visitantes o “tumbeadores” las respectivas masitas que las hay de diferentes tamaños, sabores y formas, además de invitar bebidas espirituosas.
A esta actividad, el pueblo las denomina también " tumbear" o también dice "hay que ir a visitar a las almitas".
TODOS SANTOS EN HONOR A LOS ANGELITOS O WAWAS
El 29, 30 o 31 se realiza el armado de las tumbas de Todos Santos en honor a los “angelitos”, que así se denomina a los fetos, neonatos, bebés y niños (wawas) principalmente, que algunos los extienden a adolescentes y jóvenes que fallecieron prematuramente, “sin conocer pecado, siendo inocentes, aunque no todos los denominan ni consideran angelitos”. El 31 es dedicado a visitar las tumbas de los angelitos, tanto por niños y adultos. El mismo 31, por otra parte, se lo ocupa por la noche en armar las tumbas para los adultos.
TODO SANTOS PARA ADULTOS, DESATE DE TUMBA, ALMA KACHARPAYA Y CABO DE AÑO.-
El 1 de noviembre es el día principal en el que todas las “almitas” de los difuntos “desde medio día”, llegan a visitar a sus parientes y a disfrutar del banquete y mesa de Todos Santos que han armado en su honor. (Según la tradición, llegan en forma de viento, por ello a medio día, afirman, que se suceden grandes ventiscas, y eso lo atribuyen a la llegada masiva de las almitas).
El 2 de noviembre, las almitas aún están en el mundo terrenal, disfrutando de su banquete y visitando de igual manera otras tumbas. Pues es de aclarar que es creencia popular que las almas invitan a otras almas y estas mismas van a visitar otras tumbas.
En esos días y sobre todo el 2 de noviembre muchos van al cementerio a realizar similares rituales y a visitar a sus difuntos. En algunos lugares, se arma otra tumba efímera en el cementerio donde está el nicho o tumba y donde está sepultado el ser querido.
Ese mismo día, antes de anochecer, se procederá al “desatado” o desarme de las tumbas, para que al siguiente día, se proceda al Alma Kacharpaya, que es la despedida que se hace a las almitas. En algunos casos, coincide con el cabo de año, y los dolientes proceden a quitarse el luto que han llevado por un año entero como forma y muestra de dolor, cariño y respeto.
Este cabo de año, al final se lo realiza con fiesta y celebración en honor al difunto y al ser querido. En el que los dolientes ya pueden volver a vailar y a vestir ropa de color.
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