Comenzamos un nuevo año en la vida de la Iglesia y nuestro guía evangélico será San Mateo, La primera etapa es el Adviento y con este tiempo “Fuerte” tenemos una invitación a dirigir el ánimo hacia la llegada de Cristo que se aproxima. Es tiempo de esperanza, de sentir a Dios como un futuro segurísimo. Es un pensar en el final de los tiempos que va a llegar, y en vivir bien el presente como un compromiso con el Dios que ya viene. Es una invitación a vivir abiertos al futuro"(Padre Eliecer).
El Adviento es un tiempo propicio para la escucha y meditación del anuncio salvífico de Dios, Tiempo en que nuestro peregrinar, sobre la tierra, recobra su genuino sentido; sabemos por la fe, que ese caminar no lo realizamos a solas, sino que son nosotros va el Señor, Se trata de un Dios hecho Hombre y que renueva su voluntad de salvar a toda la humanidad. Es tiempo de gracia, de conversión y arrepentimiento. "Tiempo para descubrir que nuestra vida pende de unas promesas de libertad le justicia, de fraternidad todavía sin cumplir; tiempo de vivir la fe como esperanza y como expectación, tiempo de sentir a Dios como futuro absoluto del hombre" (del Misal de la Comunidad). En la segunda lectura del día (Rom 13,11-14) San Pablo los aconseja darnos cuenta del momento que vivimos y por tanto de su importancia. Para San Agustín fueron palabras fulminantes; desde el día que las leyó su vida lambió y comenzó su conversión radical: "Tomen en cuenta el momento en que vivimos. Ta. es hora de que despierten del sueño.,La noche está" avanzada y se acerca el día . .(v,12s). La Buena Nueva de la salvación constituye una promesa y gracia de Dios, pero también una búsqueda por parte del hombre. Para ser dignos de esas promesas livinas debemos dejar las obras de las tinieblas; dejar los odios y los rencores; enterrar las envidias y celos tontos; abandonar las trampas y fraudes; sepultar, 3ien abajo, el vicio y toda maldad; optar decididamente por el comportamiento del 'Hombre nuevo": revestirse con las armas de la luz y comportarse^ honestamente. 'Nada de comilonas ni borracheras, nada de lujurias y desenfrenos, nada de pleitos ni envidias". El Profeta Isaias en la primera lectura (lc 2,1-5) hace una invitaron : "Caminemos a la luz del Señor"(v.5) y el Evangelio(Mt 24,37-44) reitera la Invitación y esta vez a la vigilancia(v.42 y 44). Aprovechar el tiempo que aún nos pueda; es una invitación a una permanente vigilancia porque no sabemos cuando vendrá el Hijo del hombre. Posiblemente muchos lectores no comparten mis ideas, pero ahi está la Palabra de Dios, Si de veras amamos la vida verdadero, pongamos todo el empeño en hacer que nuestro caminar coincida con el pensar y la voluntad de nuestro padre Celestial, Estamos en tiempo de Misión permanente en todo el Continente, Comencemos con este tiempo de Gracia del Adviento, muy seriamente. Que la NAVIDAD sea, para cada uno de nosotros, un verdadero “Paso” del Señor por nuestra vida, por nuestras familias, por nuestra Sociedad y por el mundo entero. Todo dependerá del interés, de la oración y de la entrega de cada uno de nosotros. Por consiguiente, ¡manos a la obra!, mientras nos queda tiempo.