La Iglesia católica pidió ayer luchar contra los corruptos de "guante blanco" en lugar de atacar a los "hombres topos" que fueron desalojados por la Policía Boliviana, al ser vistos como sospechosos de varios robos registrados en la ciudad de Santa Cruz.
Durante su Homilía dominical, el arzobispo de Santa Cruz monseñor Sergio Gualberti sostuvo que todas las personas están de paso por esta tierra y que por tanto, todos deberían ser solidarios y justos con todos, sin discriminar a nadie por su lugar de origen.
Recordó que en la sociedad boliviana también se da una realidad de desamparo e injusticia. Hay tantas categorías indefensas y débiles como los huérfanos, ancianos solos, mujeres abandonadas, mendigos, entre otros.
Por otra parte, dijo que la lucha de la sociedad debe ser "en contra de los delincuentes, como los corruptos que aprovechando su poder, con guantes blancos, se apropian de bienes públicos destinados al bien común".