Un presunto bombardeo de la coalición liderada por Arabia Saudí contra un centro de detención controlado por los rebeldes hutíes en el suroeste del Yemen dejó al menos 60 muertos y 68 desaparecidos, siendo el segundo de este tipo en apenas tres años.
La alianza árabe se limitó a confirmar un ataque contra "posiciones hutíes", sin informar de posibles víctimas, mientras que trabajadores del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) rescataron a supervivientes de entre los escombros de los edificios prácticamente derruidos.
Los misiles impactaron contra una antigua universidad utilizada por los hutíes como centro de detención.