
Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada liderada por kurdos, se encuentran estancadas por temor a la vida de los civiles atrapados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Al Baguz, su último reducto en Siria.
"Hasta ahora, nuestras fuerzas no avanzaron hacia el barrio Al Sheij Hamd por el interés de la vida de los civiles y para salvar a nuestros miembros capturados, además de los prisioneros sirios y extranjeros que tiene la organización y que fueron capturados durante su control", indicó a EFE un comandante militar de las FSD, Adnan Afrin.
El distrito de Al Sheij Hamd en el noreste de Al Baguz, ubicado en el este de Siria, es el último reducto de los yihadistas en esa pequeña área, emplazada en la ribera oriental del río Éufrates y muy cercana a la frontera iraquí.
Según la fuente, "la distancia entre las Fuerzas de Siria Democrática y los milicianos del EI no supera los 400 metros" y añadió que ayer solo tuvieron lugar combates esporádicos entre el EI con "armas ligeras" y las FSD, respaldadas por Washington.
En un recorrido para periodistas, en un convoy de diez vehículos hacia Al Baguz, las milicias kurdas tuvieron que cambiar el rumbo de la ruta por temor a ataques de las células durmientes del EI.
Escombros y vehículos quemados se esparcen entre pueblos vacíos, como Al Susa y Al Shaafa, donde el paisaje desolador solo muestra los hogares destrozados por la violencia de la ofensiva contra los yihadistas y que dejó centenares de civiles muertos en los últimos meses.
En las afueras del norte de Al Susa, las FSD y la coalición internacional liderada por Estados Unidos tiene establecido un campamento con quince jaimas. Es el primer punto de llegada a través del cual se separan a los miembros sospechosos de pertenecer al EI, así como a los civiles, entre ellos mujeres y niños. Este campamento es supervisado por combatientes del Consejo Militar de Manbech, que lucha en el paraguas de milicias de las FSD.