
Al menos, 60 personas murieron ayer en bombardeos y combates entre las tropas gubernamentales sirias y el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en la provincia central de Hama, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Murieron 21 efectivos de las filas gubernamentales y sus aliados, mientras que fallecieron 38 miembros del EI y además decenas resultaron heridos en ambos grupos, algunos en estado grave, según la ONG.
Los combates se agudizaron tras la explosión de tres coches bomba detonados por el EI al lanzar un contraataque contra el ejército sirio, que lleva a cabo una ofensiva contra los yihadistas en esa zona en los últimos días. Los terroristas lograron reconquistar dos pueblos, además del sector occidental de la localidad de Oqairabat, considerado como un bastión en la zona y que fue tomado horas antes por los efectivos gubernamentales, con el apoyo de las fuerzas rusas y otros aliados sirios y extranjeros. En los últimos diez días de ofensiva en la zona murieron 40 civiles, entre ellos siete menores y siete mujeres, y 100 resultaron heridos por los intensos bombardeos aéreos y el lanzamiento de misiles, según la misma fuente.
El Observatorio denunció que en el este de Hama hay varios pueblos sitiados a los que no llega la ayuda humanitaria y, al menos, 5.000 civiles viven una "situación trágica" por la falta de alimentos y de medicamentos, entre otros bienes básicos.