
El Gobierno estadounidense confirmó ayer haber bombardeado un campo de entrenamiento del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Libia, en el que murieron al menos 40 personas, tras confirmar que los extremistas que estaban en él suponían "una amenaza directa" para Estados Unidos.
Según informó el portavoz del Departamento de Defensa de EE.UU., Peter Cook, en rueda de prensa, el ataque aéreo contra las instalaciones del EI se llevó a cabo "de acuerdo a las leyes internacionales" y con el conocimiento del gobierno libio.
"Durante la noche, se realizó un ataque aéreo en Libia, dirigido contra el campo de entrenamiento del EI cerca de Sabratah, y contra Nuredine Chouchane, también conocido como Sabir, de nacionalidad tunecina y quien era un facilitador de alto nivel del EI en Libia", aseguró Cook. "Tomamos esta acción contra Sabir en el campo de entrenamiento después de determinar que tanto él como los combatientes del EI en estas instalaciones estaban planeando ataques externos a Estados Unidos y otros intereses occidentales en la región", añadió el portavoz, que no confirmó la muerte del yihadista.
Cook recordó que Sabir fue considerado uno de los sospechosos de perpetrar el ataque en el Museo del Bardo en Túnez, en marzo del año pasado, y ha facilitado el movimiento de potenciales combatientes extranjeros afiliados al EI desde Túnez a Libia y otros países.
"Como saben, esta no es la primera vez que hemos tomado acción directa en Libia y en contra de otros objetivos de alto valor del EI y puede que no sea la última", advirtió Cook.
El ataque tuvo lugar contra un inmueble situado en el barrio de Qasr Talil, en el extrarradio de Sabratah, y causó la muerte de alrededor 40 personas, en su mayoría tunecinas y argelinas y ninguna de ellas libia, informaron las autoridades de ese país. Cook subrayó que el EI amenaza "diariamente" a Estados Unidos, y advirtió que ante la situación que viven Irak y Siria, "estos combatientes en Libia representaban una amenaza" para la seguridad nacional estadounidense. Se trata del segundo bombardeo de EE.UU. en tres meses contra el Estado Islámico en Libia, donde el grupo terrorista ha explotado el caos en el que se ha sumido el país africano tras el derrocamiento en 2011 del dictador Muamar El Gadafi para construir una presencia en el sur del Mediterráneo.