El Gobierno Municipal de Potosí, a través de una “Auto Administrativo”, dio un ultimátum a los comerciantes para desalojar el mercado Chuquimia en 48 horas, a partir de su legal notificación.
Los vendedores —no todos— se resisten a dejar el predio municipal por intereses mezquinos de “malos comerciantes” que frenan el inicio de las obras del moderno mercado que tendrá una inversión de más de 39 millones de Bolivianos.
“Nos han pedido tinglados, ahí están los tinglados. Nos han dicho baños, ahí están los baños. Nos han dicho una ley, ya tienen la ley. Entonces, no podemos comprender por qué no estuvieran queriendo salir a la calle Gabriel René Moreno”, destacó el alcalde Jhonny Llally al ratificar que se cumplió todos los requerimientos que exigían los comerciantes.
Ayer, según el director jurídico de la alcaldía, Richard Alejo, se notificó oficialmente a los más de 300 comerciantes a desalojar los predios para el inicio de las obras, que están paralizadas por más de tres meses.
La resistencia de algunos vendedores inclusive puede generar el inicio de procesos penales por incumplimiento a la Ley Municipal 413. “Esta ley establece el traslado en fecha 19 de junio, se está incumpliendo”, dijo el asesor al ratificar que la “ley no se discute, la ley se acata”.
Alejo advirtió con el inicio de acciones judiciales contra los reticentes comerciantes que no quieran trasladarse a la calle Gabriel René Moreno, donde todo está previsto para el asentamiento de los vendedores mientras dure la construcción.
En esa misma línea, el secretario administrativo y financiero de la alcaldía, Wilson Guzmán, añadió que una vez se cumpla el Auto Administrativo de desalojo se iniciará las acciones legales contra todos lo que no quieran trasladarse.
Afirmó que se agotarán todos los pasos procedimentales, como el administrativo, para luego encarar de manera firme los procesos penales y quizá el uso de la fuerza pública para desalojarlos.
Por su parte, el representante de la empresa “Potosino Soy”, Jaime Rodríguez, informó que el proyecto fue “repotenciado” el cual fue aprobado por la supervisión, pero, además se trabajó en los requerimientos que hicieron los comerciantes.