“Una maratón es una prueba larga, son 42 kilómetros, donde en cada zancada, en cada kilómetro, quiero que me acompañen, voy a demostrar de qué estamos hechos los bolivianos”, manifestó el boliviano Héctor Garibay, quien retornó a París, sede de los Juegos Olímpicos, para afinar los últimos detalles de su preparación de cara al maratón del sábado 10 de agosto, con lo que se cerrará la participación del país en la cita ecuménica.
Luego de participar como abanderado boliviano en la inauguración, el pasado 26 de julio, el fondista orureño regresó al país como parte de su estrategia de entrenamiento y la noche del pasado martes emprendió vuelo a la capital francesa.
Garibay, que fue arropado por el cariño la gente que se hizo presente en el aeropuerto de El Alto, para despedirlo, junto a sus auspiciadores, explicó que fue lo mejor retornar de París a Oruro, para completar su preparación.
“Fue la mejor decisión, porque ya estuve en Francia y sabía que no iba a poder acomodarme rápido al clima y la comida. Así que decidí volver, estar concentrado y ahora ir solo a competir”, aseguró.
Antes de subirse al avión con dirección a París, Garibay participó en un acto organizado por sus auspiciadores en el aeropuerto de El Alto, donde la exmarchista Geovana Irusta, que participó en tres Juegos Olímpicos, le entregó la bandera nacional en un emotivo momento.