Argentina, con sufrimiento y en una tanda de penales en la que Emiliano Martínez volvió a ser decisivo (4-2), se clasificó a la semifinal de la Copa América a costa de una gran selección ecuatoriana que puso contra las cuerdas a la campeona, tras empatar a un gol, pero no tuvo fortuna.
En un partido loco, en el que incluso Leo Messi envió su penal al larguero en la tanda, Argentina tuvo la suerte del campeón pero también la mentalidad suficiente para imponerse después de verse abocada a la definición por penales cuando ya festejaba, tras encajar un gol de Kevin Rodríguez, de cabeza en el 91.
Ecuador se va con la cabeza alta, pero con la sensación de que difícilmente lo tendrá alguna vez mejor para pasar a semifinales, porque hasta falló un penal en el segundo tiempo, enviado al palo por su capitán Enner Valencia.
Y es que, apoyada en el espectacular despliegue físico de Moisés Caicedo, la Tri ocupó mejor el campo, desactivó a los volantes argentinos y no tuvo miedo en atacar el área rival. La campeona del mundo se encontró con una situación insólita en este torneo: pasados 20 minutos no había lanzado a meta y el rival había tenidos dos buenas ocasiones de gol consecutivas.
Tenía controlado el partido el equipo de Félix Sánchez pero con la actual campeona eso solo no sirve, porque puede sacar ventaja de cualquier detalle.
Esta vez, como contra Chile, fue tras un saque esquina que había forzado un gran pase de Messi, y la posterior carrera de Enzo Pérez hacia el arco de Alexander Domínguez.
William Pacho se cruzó a tiempo para forzar el córner, pero en la siguiente jugada, el saque de esquina lo prolongó de cabeza al segundo palo Alexis Mac Allister. Y allí apareció libre de marca Lisandro para cambiar el curso del partido a los 36’.
Acusó el gol Ecuador y su intento de dar un paso adelante tras el entretiempo le expuso a un segundo gol albiceleste, pero también demostró que no se conformaba con dar una buena imagen.
Y pudo encontrar la recompensa en el minuto 61, por un penal cometido por manos de Rodrigo de Paul tras un saque de esquina, pero el aura de imbatibilidad que acompaña al “Dibu” comienza a afectar a los rivales. Enner Valencia, con el meta argentino vencido hacia el lado contrario, envió el balón al poste.
El DT Félix Sánchez intentó cambiar la dinámica desde el banquillo y lo logró gracias al gol de cabeza de Kevin Rodríguez, pero la tanda le dio la espalda cuando mejor lo tenía. Después de que Messi fallase su penal.