Los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, que contaron con la mayor cantidad de deportes que otorgaban cupos a los Juegos Olímpicos de París 2024 (33 en total), culminaron ayer, domingo, y entregaron la posta a Barranquilla 2027 en una multitudinaria ceremonia donde Chile mostró su agradecimiento de unos días inolvidables y Colombia un abrebocas de la fiesta de su folklore.
Una ceremonia de clausura que se escenificó en el Estadio Bicentenario de La Florida, en la capital chilena, recinto del Audax Italiano del fútbol chileno de la primera división del país austral, que tuvo esa distinción luego de que la inauguración se realizara en el Estadio Nacional, que fue el centro de estas justas.
El cambio de manos de la bandera panamericana era el centro de la misión de este evento y quedó retratado en manos del presidente de Chile, Gabriel Boric, quien a través de Neven Ilic, presidente de Panam Sports, entregó el testigo al alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, y a la ministra del deporte de Colombia, Astrid Rodríguez, quien llegó a la capital chilena hace un par de días.
La flameante bandera chilena y el Himno Nacional fue uno de los momentos más sentidos de la noche, reflejando el orgullo de los chilenos de haber cumplido con el objetivo de albergar la XIX edición del evento continental más importante del deporte al cual se brindaron sin reservas.
La nostalgia de la despedida hizo su aparición con el recuento de los momentos cumbres y memorables que dejó estas justas y que fueron proyectadas en un video para luego dar paso al desfile de los abanderados de cada uno de los 41 países que participaron en estos juegos, aunque con delegaciones ya menos numerosas.