El argentino Paulo Dybala y el español Jesús Navas se robarán los focos de la final de la Europa League, a jugarse este miércoles entre Sevilla y Roma, en Budapest (15:00 HB).
El Roma de José Mourinho es la máxima definición de equipo. Todos juegan por el bien común, se sacrifican por el objetivo y renuncian a cualidades individuales para que el plan siga su curso; incluido un Dybala que, eso sí, es especial en el esquema del luso. Es su pincel particular, ese con el que ha dibujado delicadamente cada partido para acercarlo a lo más alto.
Es evidente que el Roma es uno con Dybala y otro, radicalmente diferente, sin el argentino. La “Joya”, en su primera temporada en el conjunto de la capital italiana, se ha ganado el respeto y admiración a partes iguales de toda su afición. También de su técnico, que apostó por su fútbol cuando la “Juve” le dio de lado el verano pasado y el Inter no se decidió a ir a por él.