
El Unión La Calera chileno aguantó el empuje del Fluminense brasileño en el partido de vuelta de la primera fase de la Copa Sudamericana y consiguió ayer martes, apretando los dientes, el boleto para estar en los bombos de la segunda fase.
Un empate sin goles fue el resultado del exigente trabajo defensivo que mostró el conjunto chileno ante su público para mantener al equipo en el torneo una eliminatoria más, gracias al empate 1-1 obtenido en la ida en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
El histórico tricolor fue un quiero y no puedo frente al arco cementero, que resistió los envites e incluso tuvo una clara ocasión al final del encuentro para anotar y vivir con calma los últimos minutos.
El dominio del balón fue desde el inicio para el Fluminense y también las intenciones, debido a la necesidad de anotar para ganar o al menos igualar la serie con la llegaban a la cita en Chile. Sin embargo, La Calera supo aguantar hasta el final.