El “rally” Dakar se vistió de luto ayer por la muerte del motorista portugués Paulo Gonçalves, de 40 años, quien sufrió una caída en la 7ª etapa, ganada en autos por el español Carlos Sainz. Es la vigésima quinta muerte de un piloto en la historia del “rally”.
Gonçalves, segundo en la edición de 2015, era un piloto experimentado, reconocido como una figura de la caravana y que disputaba su décimo tercer Dakar. El luso se cayó en el km 276 de la especial, que conectaba Riad con la ciudad de Wadi Ad Dawasir, en el sudoeste de Arabia Saudita.
Al caer la noche, los participantes, algunos con lágrimas en los ojos, respetaron un minuto de silencio, con una foto de Gonçalves proyectada en una pantalla gigante.
Los organizadores explicaron que el piloto estaba en parada cardiorrespiratoria cuando llegó el equipo médico al lugar del accidente. Luego de un intento de reanimación que duró treinta minutos, fue trasladado en helicóptero a un hospital, donde se certificó su fallecimiento.
"Todo el Dakar está de luto, es muy triste y es difícil de vivir", declaró el francés Luc Alphand, ganador del Dakar en categoría de autos en 2006. El exesquiador, que seguía la etapa en helicóptero, fue de los primeros en llegar al lugar. "Hemos aterrizado pero Paulo ya estaba inconsciente. El médico ha llegado muy rápido y se ha intentado hacer masajes", relató.