Real Madrid se llevó la victoria del estadio de “El Alcoraz” con una imagen muy lejana a la de un campeón de Europa y mantiene el pulso con sus más directos rivales en la lucha por el título de Liga, mientras que Huesca prolonga su negativa racha hasta los catorce encuentros sin ganar.
Al conjunto madrileño, presionado por las victorias logradas ayer por F.C. Barcelona y Atlético de Madrid, no le tembló el pulso, como ocurrió en la anterior salida al campo de Eibar, aunque el juego que exhibió fue pobre.
Huesca puso coraje y entrega y, especialmente tras el descanso, merodeó el área merengue resistiéndose a perder; pero, como suele ocurrir contra equipos muy superiores, le faltó efectividad para hacer daño.
La esperanza le duró poco a los propietarios del terreno ya que una cabalgada del lateral derecho, Álvaro Odriozola, por su banda sirvió para ponerle un centro medido por alto a Gareth Bale que éste empalmó a la red sin dejarla caer colocando el marcador en franquicia para los suyos.