El inglés Lewis Hamilton (Mercedes) asestó un golpe psicológico al Mundial de Fórmula Uno al ganar ayer domingo el Gran Premio de Italia, en Monza, donde, tras salir tercero, superó a los dos pilotos de Ferrari, que arrancaron desde la primera fila, y reforzó su liderato con su sexto triunfo del año.
Hamilton aguó la fiesta, ante su entusiasta afición, a los Ferrari, que en Monza juegan en casa y que durante todo el fin de semana apuntaban al doblete, al ganar la decimocuarta carrera del año. En la que su principal rival en el campeonato, el alemán Sebastian Vettel, el capitán de la Scuderia -al igual que él, cuádruple campeón del mundo- acabó cuarto para quedarse a 30 puntos de los 256 con los que lidera el inglés.
Lewis ganó por delante de los finlandeses Kimi Raikkonen (Ferrari) y Valtteri Bottas -su segundo en Mercedes- y festejó por quinta vez en Monza, igualando el récord de triunfos en el templo de la velocidad del piloto alemán Michael Schumacher -único séptuple campeón mundial y plusmarquista de victorias (91) en la categoría reina-, convaleciente aún del grave accidente de esquí que sufrió a finales de 2013 en la ciudad de Meribel, en los Alpes franceses.