La clase de Andrés Iniesta y Leo Messi y los dos goles anotados por Luis Suárez resultaron fundamentales en la victoria del Barza ante el Espanyol en el derbi barcelonés (4-1), en un partido en el que los azulgrana pusieron fin a una racha de nueve encuentros invicto de los blanquiazules.
Barcelona fue superior a un rival que tuvo bajas determinantes para hacer su fútbol y nunca encontró la manera de frenar a los azulgrana, un equipo que jugó muy cómodo y que volvió a encontrarse con su mejor versión.
La derecha de seda de Andrés Iniesta presidió el juego de ataque del Barza, que tuvo suficiente con la calidad de su capitán, los chispazos de los tres de arriba y una presión coral para imponerse a un valiente Espanyol.
Sin Leo Baptistao, Víctor Sánchez ni Hernán Pérez, la apuesta de Quique Sánchez Flores fue diferente a la que le ha llevado a los blanquiazules a mantenerse invicto durante las últimas nueve jornadas.