Por: Carlos David Martínez Fanola
Un sueño que nació en la frontera, nacido de un hombre que soñaba con un mañana libre y justo, partió para nunca más volver entre ojos sollozos y deseosos de que la gente amable y alegre a quien entregó todo, no fuesen sometidas a la esclavitud de algún tirano, por haber olvidado lo que es ser libre.
Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá, nació el 3 de febrero de 1795, en la ciudad de Cumaná. Sus padres, Vicente Sucre y Urbaneja, teniente del ejército español, y María Manuela de Alcalá y Sánchez Vallenilla, de familia europea de alta clase. Lo que terminaría por impulsarlo de entrar en combate mientras estudiaba ingeniería en Caracas; a los 15 años sería la invasión napoleónica, por lo que, tras regresar a Cumaná en Julio de 1810, sería admitido en el cuerpo de ingenieros de la milicia local.1
De estatura regular, de semblante vivo y animado, aunque no hermoso y sus maneras finas y agradables. Pelo ensortijado y negro, nariz aguileña, ojos oscuros, cejas delicadas y arqueadas, barba oscura afeitada, patillas elegantes, bien formadas y boca delicada. Cuando gobernaba como presidente en Bolivia, la juventud que este tenía no era la misma con la que aparentaba, Edmund Temple, confundiría al presidente pensando que este tenía 38 años de los 30 que realmente tenía Sucre, debido a los 15 años de vida militar, que incluso afectaría su salud, como fue en junio de 1825 por una hernia, llevándole a escribir a Bolívar.2 La Junta revolucionaria de Cumaná lo ascendió a teniente, más tarde, se le dio el mando de la artillería en Barcelona. En 1812, a la edad de diez y siete, formó parte del Estado Mayor del Generalísimo don Francisco de Miranda, a quien acompañó en las campañas de Valencia y Aragua.2
Sirvió a las órdenes del general Miranda en los años 1811 y 1812. Cuando los generales Mariño, Piar, Bermúdez y Valdés emprendieron la reconquista en el año 1813. Sucre sirvió en el E.M.G. del ejército de Oriente desde 1814 hasta 1817, Batalla de Boyacá. Después de la batalla fue nombrado jefe del Estado Mayor Libertador, negoció el armisticio y regulación de la guerra con el general Morrillo en 1820.3
Fue destinado, desde Bogotá, a mandar la división de tropas, para auxiliar a Guayaquil, donde se daría la batalla de Pichincha. Debido a tales hazañas en la batalla de Pichincha, fue condecorado con el grado de General de División e Intendente del Departamento de Quito.4
En enero de 1820, Sucre se une a Bolívar y éste recibe 80.000 pesos, con órdenes de trasladarse a las Indias Occidentales a comprar armas, plomo, sables, uniformes y otros elementos que sirviesen en la guerra y debería regresar en abril, con 4.000 mil fusiles y demás recursos. Por sus hazañas pasadas y su entusiasmo por la causa patriota, Bolívar elige a Sucre como su lugarteniente en 1824, para eliminar a los realistas que aún quedaban en el Alto Perú. Lo demostraría al comandar las tropas libertadoras en la batalla de Ayacucho.5
Cuadros de la Batalla de Ayacucho:
Comando General Realista:
Oficial/jefe |
Cargo |
Tte. General Virrey José de La Serna |
General en Jefe y Comandante General del Ejército |
Tte. General José Canterac |
Segundo del Virrey y Jefe del Estado Mayor General |
Mariscal. José Carratalá |
Segundo Jefe del Estado Mayor General |
Comando General Patriota:
Oficial/Jefe |
Cargo |
General Antonio José de Sucre |
General en Jefe del Ejército |
General Agustín Gamarra |
Jefe del Estado Mayor General |
Coronel Francisco Burdett O’connor |
Segundo Jefe del Estado Mayor General |
Número de combatientes por nacionalidad:
Nacionalidad |
Combatientes |
Colombianos |
4.500 |
Peruanos (con cierta cantidad de chilenos) |
1.200 |
Argentinos |
80 |
Total: |
5.780 |
Fuente de los tres cuadros: Ayacucho y la independencia del Alto Perú, Orlando Rincones, pp. 166, 180, 182.
El padre de la república de Bolivia.
Tras cumplido su misión en Ayacucho Sucre no pedía otra cosa a Bolívar que el de retirarse de la vida militar, para volver a su patria y reunirse con Mariana Carcelén en Quito con quien estaba comprometido. 6
Pues Sucre detestaba la idea de obtener un cargo público en una nación que no le llamaba la atención. Fue solamente por orden de Bolívar que partió hacia el Alto Perú sin antes escribir a Bolívar “Continuo mi viaje a La Paz, aunque sin ningún agrado, ya que la idea de pasar al sur del Desaguadero siempre me ha repugnado”. Al final Sucre terminó partiendo así al Alto Perú con la esperanza de volver lo antes posible a Colombia, debido a que éste amaba la tierra colombiana, por ello trató de mantenerse lo más ajeno a las decisiones políticas del Alto Perú. 7
Pedro Olañeta, que se retiraba tras el avance inminente de Sucre, debido a que éste no podría contra el ejército de liberación que contaba con mil cuatrocientos infantes y ochocientos dieciocho caballos; doscientos infantes y ochenta y cuatro caballos que se le incorporaron en Lagunillas; tiempo después se unirían en una campaña contra Olañeta con una columna de Cochabamba de doscientos hombres; un escuadrón de Dragones de Charcas de igual número; el “batallón número 10” de doscientos cincuenta plazas y el destacamento acantonado en Santa Cruz, de ciento ochenta infantes y ciento treinta Dragones. Contra la cantidad de entre mil a mil quinientos infantes y trescientos caballos, trescientos de estos infantes desertarían.8
Lanza, ha pedido de Sucre tomó La Paz en enero de 1825 y tras su toma desde el Cuzco, Sucre nombró a Lanza presidente y comandante militar del departamento. Sin tiempo que perder, Sucre inicio su paso hacia las provincias del Alto Perú, acompañado de sus fieles tropas que pelearon a su lado en la batalla de Ayacucho.9
El 3 de febrero, Sucre fue encontrado por Casimiro Olañeta (sobrino del último realista, general Pedro Antonio Olañeta). El 6 de febrero el ejército cruzó el río desaguadero en balsas. Tras la llegada de Sucre al pueblo de Tiahuanaco, mandó a parar para poder contemplar las ruinas, tras retirarse dio la orden, a las autoridades locales, para que procedieran a resguardarlas de todo dañó. El 7 de febrero, Sucre llegó a las afueras de La Paz, de donde mandó a descansar al ejército mientras contemplaban el Illimani, para luego bajar y ser recibido con una fiesta, siendo recibido con la más grande cordialidad posible entre arcos de triunfos y un gran banquete.10
Tras la llegada de Sucre a La Paz y ser recibido como nunca antes, el 9 de febrero emite el decreto que llamaría a una asamblea a delegados de las cinco provincias del Alto Perú, para con ello estas provincias decidiesen su destino. Se tenía pensado que la reunión se diese el 29 de abril en Oruro, pero al final se tendría que postergar debido a que Olañeta tenía posesión de Potosí y Chuquisaca; que Simón Bolívar mostraba descontento a la decisión que tomó Sucre de llamar a una asamblea, ya que podía llevar a reclamos de territorio por parte de Lima o Buenos Aires. Bolívar desaprobó, desde Lima, el decreto, alegando que no era permitido reconocer la soberanía de las provincias del Alto Perú, sin la aquiescencia del Congreso de Buenos Aires, obligado a que pertenecían al virreinato de la plata; y que el congreso del Perú podría tener aspiraciones de poseer las provincias. Sucre, argumentó que “él no era un conquistador que iba a militarizar el Alto Perú, sino al revés, un campeón del derecho y de la libertad; el modo inequívoco de comprobarlo consistía en convocar a una Asamblea Nacional, para hacerla dueña de los destinos de la Patria”. Bolívar terminó dándole la razón, por ello en su decreto de Arequipa del 16 de mayo de 1825, ratificaba el decreto del 9 de febrero de Sucre.11
Mientras que la situación del general Olañeta no era prometedora, a causa de que, incluso, sus oficiales desertaban o directamente lo traicionaban. Solo Barbarucho sería quien estaría con Olañeta hasta el final. Olañeta tendría que dejar Potosí, debido a que Sucre ya había dado inicio a su campaña, por ello saldría de la ciudad con el ejército unido libertador pisándoles los talones, ya que estos habían acampado fuera de la ciudad cuando este se había retirado, tras esto, el ejército terminaría entrando a Potosí para ser recibido de una manera improvisada, con arcos de triunfo y algunas festividades para dar la bienvenida a Sucre, ya que éstos no tenían información de que llegaría el ejército unido libertador.12
Para cuando Olañeta se retiró de Potosí, el 30 de marzo, Medinaceli ya daba inicio a su golpe crítico hacia Pedro Olañeta, impulsado por Casimiro Olañeta, pero Pedro Olañeta seria informado de la traición en Tumusla, aun así, Pedro Olañeta decide avanzar para batir al traidor. El 1 de abril, los ejércitos se encontrarían en Tumusla, la tarde del 1 de abril terminaría con la victoria de Medinaceli, la caída y muerte (debido a las heridas en la batalla) de Olañeta. Para el 2 de abril, Sucre había mandado al Batallón número 20 y los Húasares de Junín, para que terminase siendo informado que el general Olañeta había muerto, mientras tanto, Barbarucho, que andaba por el sur, prontamente se sometería al Ejército libertador.13
Tras la derrota de Olañeta con varias quejas y problemas para cambiar la ciudad en la que se reunirían para la asamblea, se daría inicio a la decisión que determinaría el futuro de las provincias del Alto Perú. Para ello, Sucre decidió dejar Chuquisaca el 2 de julio para partir a Cochabamba, luego a La Paz, para recibir a Simón Bolívar.14
La sesión daría inicio con la confirmación de las credenciales de los diputados, para poder determinar si en verdad eran los diputados electos por sus partidos. Después se posesionó al presidente de la asamblea y vicepresidente y demás. José Mariano Serrano como presidente, José María Mendizábal como vicepresidente y Manuel María Urcullu como redactor y editor de las actas deliberativas de la asamblea; para secretarios fueron elegidos el doctor Ángel Moscoso y el doctor Jorge Sanjinés. Tras esto, presentarían juramento y el presidente daría inicio a la sesión con las siguientes palabras “¿Dónde está el monstruo fatal que, rodeado de la injusticia, de la ambición y del fanatismo, hizo de estas provincias la ciudad de la tiranía, el teatro de la sangre y el símbolo de la esclavitud? ¿Dónde el inicuo poder que taló nuestros campos, quemó nuestros pueblos, enlutó nuestras familias y oso creer que tenía su infausto destino? Yo, le pregunto para oír placentero que, del golfo de Darién al Amazonas, del Amazonas al Rimac, del Rimac al Desaguadero, del Desaguadero al Maule y del Maule al Plata, contestan los libres del sud, con un eco solo, ardiente y respetuoso: Bolívar y Sucre, destrozaron para siempre al León de la Iberia, arrancaron al Perú de sus horribles garras, e hicieron inmobles las bases de la libertad en todo el continente de Colón”.15
Iniciada la asamblea, Serrano mandó a 5 diputados para ir a la catedral a dar gracias y pedir inspiración. Acto que duró toda la sesión y que dicha sesión terminaría con el informe de Sucre, que había dejado, antes de partir al recibir al libertador Bolívar. En el cual explicaba por qué decidió emitir el decreto del 9 de febrero, las decisiones tomadas mientras éste se encontraba en las provincias del Alto Perú, luchando contra el general Olañeta, las acciones tomadas con el tema de los impuestos y sobre el tratar de no meterse en la decisión de los pobladores del Alto Perú, para terminar diciendo que sea cual fuese la decisión que se tomase, que estos traten de hacer lo que él no pudo en su corto periodo de cinco meses, el cual era el aporte a instituciones públicas, siendo las más importantes las escuelas y colegios. El informe de Sucre termina con las siguientes palabras: “Este es, señores, el informe sencillo de mis actividades desde que he pasado el desaguadero; está escrito con la franqueza de un soldado y mi conducta ha sido sometida al juicio de Uds. Si Uds. lo aprueban, yo reposaré feliz en el futuro; pero si vuestra bondad me atribuye algunos servicios a vuestra patria, yo digo que ellos no son míos, sino de los legisladores de Colombia, a quienes debo mis principios; del Libertador Bolívar, quien ha sido mi guía y del Ejercito Unido, el cual es el protector de la buena causa”.16
Tras varias sesiones, donde se decidiría el futuro de la nación, si ser independiente o no, terminaría decidiéndose con cuarenta y cinco votos por la independencia, contra dos votos por unirse al Perú, aquellos dos votos fueron dados por los dos únicos guerrilleros sobrevivientes de las guerras de independencia, siendo José Miguel Lanza y José Ballivián. La asamblea había determinado ser independiente.17
Tras la decisión de la Asamblea, Bolívar sería nombrado presidente de la nueva nación, hasta dejar su cargo de presidente el 29 de diciembre de 1825, delegando como presidente vitalicio a Sucre y al general Andrés de Santa Cruz como alternativa. Sucre tomó la presidencia de Bolivia a la edad de 30 años (siendo el presidente más joven de la historia de Bolivia) con la condición de que su mandato solo durase hasta el 6 de agosto de 1828 (2 años).18
Batalla de Pichincha, imagen retocada por el autor.
La presidencia de Sucre.
Población boliviana |
Razas blancas que comprender europeos, criollos, etc. 200.000 |
Aborígenes o indios 800.000 |
Mestizos, negros y mulatos, etc. 100.000 |
Total 1.100.000 |
|
Fuente: Informe sobre Bolivia, Joseph B. Pentland, p. 94.
Para poder ayudar a Sucre a gobernar, quien en un principio al entrar al Alto Perú, tenía al coronel Agustín Geraldino como su secretario de campo, que a la vez Sucre había contratado para éste, a un joven arequipeño para ayudarlo, el joven se llamaba José María Rey de Castro. En 1826, Sucre decretaría el 13 de mayo el establecimiento del primer gabinete.19
El ministerio de Guerra, nominó a Geraldino para el ministerio del Interior y ministro de Finanzas sería Facundo Infante, quien fue uno de los más grandes colaboradores que pudo tener Sucre, pues Infante permanecería como ministro del Interior y secretario general de Sucre hasta el final de su gobierno. El ministerio de Finanzas terminaría separándose del Interior y designando a Juan Bernabé y Madero.20
Entre otros colaboradores con los que Sucre tenía una gran Amistad, fue con el coronel León Galindo, para ello se puede ver las cartas que Sucre escribía a Galindo, que a su vez fue prefecto de Potosí, durante los años de1826-1827, que la capital de Potosí albergaba a 9 mil habitantes, debido a la decadencia de la minería. 21
De las primeras y grandes medidas que tomo el presidente Sucre, fue la reforma eclesiástica, debido al gran poder e influencia que esta presentaba. El poder de la iglesia creció tanto en lo económico que en la investigación que realizó William Lofstrom “Era en sí parte de la sociedad alto peruana, ya que en la época de la colonia trabajaba junto al estado, por ello, también era una institución económica bien posesionada, debido a esto, la iglesia, llegaba a ser muy conservadora frente a los cambios liberales”.
Como ejemplo, el convento de Santa Teresa de Potosí, fundado por Lorenzo de Ana Narriondo y Oquendo, junto a su esposa, cuya dote de 1.580.000 pesos fue usado para fundar la comunidad. En 1825, Santa Teresa albergaba 16 monjas, diez sirvientas y cuatro muchachas mensajeras, a la par la comunidad empleaba a dos sacristanes, un capellán, un abogado, un cobrador de rentas, además, un escribano; erogaba más de 6 mil pesos en comida y gastos ordinarios. La madre superiora gastó 800 pesos del 1 de mayo de 1824 al 30 de abril de 1825 en vestuario.22
Ingreso e inversiones del convento de Santa Teresa de Jesús, Potosí, 1825.
Fuentes de Ingreso |
Capital |
Ingresos |
|
$ 63.500 |
$ 321 |
Hipotecas sobre casas |
63.500 |
2.206* |
Hipotecas sobre 7 propiedades no productivas |
13.300 |
- |
|
|
|
Hipotecas sobre 4 haciendas Ingreso de ingenios de propiedad del |
6.600- |
46830** |
|
||
convento Hipotecas sobre 2 ingenios (1 no productivo) |
16.000 |
624 |
Préstamos a: |
|
|
El Tesoro |
72.000 |
2.160 |
Caja Provincial |
7.000 |
210 |
Casa de Moneda |
14.000 |
420 |
Banco Minero |
3.111 |
- |
Obras pías, venta de flores, dulces, etc. |
- |
600 |
Totales |
$ 259.011 |
$ 7.039 |
Fuente: La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, Pág. 153.
Sucre pensaba poner a la iglesia por debajo del Estado, quitando con ello, el privilegio que tenía la iglesia de gobernar junto a la corona -estado, desde la época de la conquista-colonia.
Por ello, lo primero que se debía confiscar era gran parte de las riquezas que la iglesia poseía. La confiscación de bienes empezó con el decreto de Bolívar del 11 de diciembre de 1825, donde expresaba que se debía destinar el capital y los réditos de las obras para la educación pública. Se iniciaría el proceso de supresión. A principios de 1826, poco tiempo después de la partida de Bolívar hacia Lima, siendo que Sucre, ahora presidente, debía continuar con lo establecido en el decreto de Bolívar.23
Siguiendo las reglas que impartía el decreto, se debía, primero, aplicarse los ingresos de los monasterios a los establecimientos públicos, los claustros deberían ser ocupados y usados por el gobierno civil y de ser necesario los templos deberían convertirse en iglesias parroquiales; todas las joyas, ornamentos y objetos sagrados deberían ser entregados a la jerarquía secular, para ser redistribuido a las parroquias pobres, las cuarentas y archivos pasaban a ser propiedad del Estado.24
También se contemplaba la reducción del número de comunidades en Bolivia a 11. De los Cinco monasterios en Chuquisaca, excluyendo a San Felipe Neri y el hospital, solo quedarían dos; En Oruro, solo quedaría una comunidad; En la Laguna y Santa Cruz, se cerrarían las comunidades mercedarias; en Cochabamba y Potosí, se suprimirían seis monasterios, tres por ciudad; La Paz, se quedaría con tres comunidades. Para terminar, expresando la seriedad de la decisión, se dio a conocer el decreto del 29 de marzo de 1826. Chuquisaca, San Francisco, Santo Domingo; La Paz, San Francisco, Santo Domingo, La Merced;
Cochabamba, San Francisco, San Agustín; Oruro, San Agustín; Potosí, San Francisco, La Merced; Mizque, Recoletos Franciscanos (nueva creación); Santa Cruz, San Francisco (nueva creación).25
La ley del 23 de agosto que había sido aprobada por el congreso constituyente y firmada por Sucre, que buscaba la secularización del clero regular y de las monjas, el artículo 12 de la ley del 23 de agosto, eliminaba comunidades pequeñas, de menos de 12 miembros; esta ley sería modificada con la ley del 9 de noviembre, donde se permitía a los reguladores restantes, trasladarse a otra comunidad de su elección; el decreto del 12 de noviembre, ordenaba la supresión de cinco monasterios que no albergaran el número requerido de 12 frailes, siendo: La Paz: Santo Domingo y la Merced; Chuquisaca: Santo Domingo; Cochabamba: San Agustín; Potosí: San Francisco. Los ingresos de las parroquias mencionadas serían distribuidas a la educación y caridad, mientras que los muebles y ornamentos se entregarían a las parroquias pobres.26
Otra de las más grandes obras que realizó Sucre, fue la promoción de la educación, aunque esta requería de fondos que la nueva nación no tenía, al igual que necesitaba de maestros dedicados a la materia, debido a que no existían escuelas suficientes para una nación donde el analfabetismo abundaba, ya que apenas existían escuelas para varones y ninguna para mujeres.1 Y los únicos que se podían dar el lujo de recibir educación eran los hijos de comerciantes acaudalados, funcionarios reales, los azogueros o mineros y los hacendados, ya que recibían educación privada desde sus casas.27
Sucre, no fue el primero en imponer medidas para la creación de escuelas públicas, pues Bolívar ya lo había pensado, dejando ya varios decretos como el del 11 de diciembre, la orden de crear una escuela en cada capital departamental, dividida en secciones masculinas y femeninas, los artículos 5 y 6 estipularon la creación de un colegio militar en Chuquisaca y la transformación del colegio jesuita San Juan Bautista en un colegio de “bellas artes”, el articulo 9 estipulaba que el sostenimiento de las escuelas serían por medio de las confiscaciones de bienes de la iglesia y el impuesto municipal sobre la harina. Otro decreto, con fecha 11 de diciembre, estipulaba la creación de orfanatos en Chuquisaca y en las capitales departamentales. Siendo en total cuatro decretos, los que emitió Bolívar en el mes de diciembre con fines de conseguir una educación decente en las provincias de la república.28
Aun así, los decretos de Bolívar tenían que ser cumplidos por otra persona, a consecuencia de dejar la nación, por lo que tal tarea le recaería a Sucre, siendo apoyado por Simón Rodríguez -Maestro de Bolívar-, que tenía el título de Primer director general de la enseñanza pública. Rodríguez, pensaba que la educación es fundamental para la formación de hombres con libertad personal, para la igualdad social. Aun así, Rodríguez renunciaría a su cargo como consecuencia de sus diferencias con el gobierno. 29
Tales problemas retrasarían los planes que se tenían para la educación, pero no lo detendrían, pues se iniciarían, igualmente, con la fundación de Colegios en cada una de las capitales como ser: En Chuquisaca el 9 de febrero de 1827 en conmemoración al decreto 9 de febrero de 1825 emitido por Sucre se funda el colegio Junín -en honor a la batalla de Junín-; En La Paz el colegio Ayacucho - en honor a la batalla de Ayacucho- fundada en abril de 1826, sobre los cimientos del antiguo seminario San Gerónimo; En Cochabamba el “colegio Sucre de Ciencias y artes” empezó a funcionar el 1 de septiembre de 1826; En Potosí el 7 de mayo de 1826 se inauguraría el colegio Pichincha -en conmemoración a la victoria de Sucre, batalla sucedida a las afueras de Quito; En Oruro el colegio fue inaugurado el 13 de junio de 1827, con el nombre del “colegio Bolívar de ciencias y artes”; Para Santa Cruz se autorizó la venta de todos los muebles y Las joyas pertenecientes al ex monasterio Mercedario, y en junio de 1826 tras la muerte del obispo de Santa Cruz, Sucre sugirió al congreso que una parte de los diezmos asignados al obispo, fueran utilizados para financiar la educación. Los diputados aceptaron la propuesta y Sucre designó 1 mil pesos al colegio y 500 para la creación de escuelas primarias en la provincia de Mojos. Aparte de los colegios, Sucre mandó a construir escuelas de primeras letras y orfanatos para niños y niñas, todos siguiendo una enseñanza “Lancasteriana” -método de enseñanza propuesto por Joseph Lancaster, pedagogo Inglés, con la finalidad de que los estudiantes aprendieran y enseñaran a los nuevos estudiantes- para con ello tener futuros maestros en Bolivia.30
Pero como antes mencionado, Bolivia sufría económicamente, puesto de que Bolivia había nacido pobre y deudor; para solucionar el problema económico, Sucre, siguiendo los principios de la economía liberal, eliminó impuestos considerados como no productivos, con el fin de estimular la economía nacional, de ahí que la reorganización fiscal tuvo como meta la creación de fuentes seguras de ingresos para cubrir una gran cantidad de gastos.
Uno de los principales ingresos de las cajas reales, antiguamente colonias, que heredó el gobierno republicano, fueron, principalmente, el tributo indígena, los impuestos sobre la producción de plata y oro, alcabalas internas y externas y el diezmo.
Entre otras fuentes importantes de réditos gubernamentales, figuraban impuestos extraordinarios de guerra, contribuciones patrióticas y préstamos. Eran fuentes secundarias los impuestos sobre comestibles, los derechos que pagan los empleos públicos y las curas para ser instalados en sus respectivos cargos, el papel sellado, las rentas derivadas de la venta de bulas pontíficas, la producción de las expediciones de Mojos y Chiquitos y los descuentos cobrados de sueldos oficiales entre muchas otras.31
Las primeras medidas que realizó el nuevo gobierno, fue la reducción y eliminación de impuestos coloniales, junto con la implementación de reformas e innovaciones administrativas para una reorganización financiera.
En noviembre de 1825, Bolívar aprobó un proyecto redactado por Sucre, para la creación de una contaduría mayor a nivel nacional, con sede en la capital y con autoridad para contabilizar las operaciones de todas las cajas departamentales. La contaduría fue creada oficialmente por Bolívar el 20 de diciembre de 1825. Aun así, la medida más controversial sería la abolición del tributo indígena, sustituyéndolo por un sistema de contribuciones directas universales. Esta medida era necesaria para las reformas económicas y sociales por su finalidad de eliminar la injusta discriminación socioeconómica, que durante siglos había caracterizado el régimen colonial. Era controversial debido a que el tributo indígena era una de las fuentes más importantes de ingresos de las cajas reales, que era recaudada por comisionados con base en padrones de contribuyentes preparados y actualizados periódicamente por el gobierno. Los padrones registraban a todos los indígenas adultos con su propiedad y posiciones en cada parroquia de la intendencia. Los comisionados solían ser o individuos particulares contratados, específicamente, para cobrar el tributo o el gobernador de provincias, éstos recibían, como compensación, una comisión equivalente al 4% de lo recolectado.32
El decreto que abolió el tributo indígena fue emitido por Bolívar el 22 diciembre de 1825, firmado en Chuquisaca, esta medida, Sucre ya lo tenía en mente; el 14 de mayo instruyó al perfecto de Santa Cruz que asegure a los indios de Chiquitos, que el gobierno republicano iba a quitarles el peso del tributo y todas los demás obligaciones para que se fuesen "hombres libres y ciudadanos"; otra medida fue cuando Sucre ordenó la suspensión de una "revisita" -revisión de padrones tributarios-, en el departamento de Potosí. El 30 de junio, Sucre escribió a los diputados de la asamblea que estaban por reunirse en la capital, que no sabía que medios deberían ser adoptados, para recompensar el déficit que, seguramente, resultaría La abolición del tributo.33
El decreto del 22 de diciembre, ordenaba la suspensión del tributo después de la recaudación del tercio de navidad de 1825, a la vez, que detalló las provisiones del sistema de contribución directas, destinando a reemplazar el tributo a partir del 1 de enero de 1826. Estos nuevos impuestos serían denominados "directos" para distinguirlos de los varios impuestos indirectos que fueron reducidos o abolidos por Sucre durante 1825. Esta contribución directa tenía tres fuentes principales. Todo hombre de entre los 18 y los 60 años de edad, con excepción de militares en servicio, activos religiosos de claustro y quiénes padecieran una invalidez total, deberán aportar una contribución personal anual de 3 pesos, pagaderos cada 6 meses; la contribución de propiedad era un impuesto equivalente al 4% del alquiler que producía una propiedad rústica o al 3% del valor estimado de una propiedad agrícola que fuese cultivada por su dueño. Los dueños de propiedades urbanas, pagarían el 3% del alquiler en el caso de que fueran arrendado, el 2% del valor estimado de alquiler si fuesen ocupados por el propietario. Las contribuciones a la propiedad debían ser pagadas semestralmente, por los ocupantes quienes estaban autorizados a descontar de los alquileres el equivalente en el caso de propiedad arrendada o de los intereses en el caso de las propiedades hipotecadas a una capellanía u obra Pía; un impuesto primitivo a la renta. a los jueces, los militares fuera de servicio activo y otros empleados del gobierno, se les descontaba contribuciones equivalentes de 1% hasta un 5% de sus sueldos anuales. Los abogados, médicos cirujanos, escribanos y farmacéuticos debían pagar un impuesto equivalente al 3% de una renta anual calculada en 500 pesos. Los artesanos y jornaleros pagarían el 2% de sus ingresos. Los comerciantes de mercancía europea el 6%, y los tenderos, abarroteros y pulperos aportarían el 3%.34
Pero el hecho de quitar una de las más grandes fuentes traería consigo descontento de gente que ahora debería pagar -personas que tenían mayores bienes- y desorganización total, debido a que muchos de los indios o no estaban en sus tierras por ir a vender sus productos o por miedo a que el gobierno les quitase sus posesiones -rumores que crearon la oposición del gobierno-, por lo que se consultaría en la asamblea sobre si continuar con la reforma o volver a implantar el tributo.
El debate sobre el proyecto concluiría el 2 de agosto con la firma de Sucre; con la ratificación del tributo y otros impuestos antiguos hasta fines de 1826. La implantación de la contribución personal y sus impuestos a la propiedad en las capitales departamentales y de provincia, quedó aprobado, pues se restableció el tributo, pero con opción de abolirlo otra vez en 1827, si las circunstancias lo permitían, aunque también se formuló un sistema de patentes. 35
Total, de Ingresos del gobierno boliviano
Ramos |
1825 |
% |
1826 |
% |
1827 |
% |
Tributo indigenal |
490.373 |
31 |
624.636 |
40 |
621.113 |
39 |
Otros Caudales |
291.661 |
18 |
----.---- |
|
----.---- |
|
Depósitos |
211.262 |
13 |
----.---- |
|
----.---- |
|
Empréstitos |
157.260 |
10 |
----.---- |
|
----.---- |
|
Hacienda en Común |
151.667 |
9 |
----.---- |
|
----.---- |
|
Impuestos a la plata |
106.271 |
7 |
129.529 |
8 |
137.174 |
11 |
Impuestos de guerra |
84.767 |
5 |
----.---- |
|
----.---- |
|
Alcabalas y rentas de casas y acuñación |
38.860 |
2 |
413.289 |
27 |
281.876 |
18 |
Im. Indirectos y patentes |
----.---- |
|
----.---- |
|
98.885 |
6 |
Beneficencia |
----.---- |
|
256.467 |
17 |
164.394 |
10 |
Diezmo e ingresos Eclesiásticos |
----.---- |
|
81.382 |
5 |
198.864 |
13 |
Papel sellado |
----.---- |
|
14.233 |
1 |
23.854 |
2 |
Varios |
73.195 |
5 |
24.039 |
2 |
11.239 |
1 |
Total |
1.602.197 |
100 |
1.543.576 |
100 |
1.573.501
|
100 |
Fuente: La provincia de Atacama (1825-1842), Fernando Cajias de la Vega, p. 219.
Con la reactivación del tributo a mediados de 1826, no solucionó los problemas económicos. Durante el primer semestre de 1826, el gobierno recaudó 714,146 pesos, Sucre calculó que el déficit presupuestario para todo el año iba a ser alrededor de 600 mil pesos, atribuyendo el fracaso de la contribución directa a la posición del clero que estaba resentido por la reformas eclesiásticas sobre todo por el decreto del 11 de diciembre de 1825, también culpó a agentes del gobierno argentino por fomentar resistencia entre el "populacho," haciéndoles creer que la contribución directa convertiría a todo el mundo en tributario. Aun así, Sucre tenía esperanza en poner en marcha el sistema de patentes y los impuestos a las propiedades en las ciudades. 36
La mayor presión que estaba haciendo en el presupuesto boliviano fue el mantenimiento económico al ejército Unido Libertador, que permanecía en el Alto Perú, por solicitud de la asamblea de 1825, para garantizar la soberanía de Bolivia. La permanencia temporal de las tropas estaba garantizada por un decreto realizado en la asamblea el 4 de octubre de 1825, un año después el Congreso Constituyente de 1826 aprobó un proyecto que autorizaba la permanencia de las tropas colombianas en Bolivia, tal proyecto fue aprobado por Sucre el 2 de agosto. A igual que la asamblea Constituyente de 1825 había aprobado para el Ejército Unido Libertador el 11 de agosto de 1825, una gratificación de un millón de pesos, lo que impedía que las tropas se retirasen de Bolivia, ya que éstas exigían el pago de la gratificación. 37
Para solucionar los principales problemas económicos, Sucre ordenó emitir bonos públicos, sirviendo como paga para la tropa a la que se le debía más de 1 millón de pesos. Y buscar prestamos, en los capitalistas bolivianos. Pero estas medidas no funcionarían por los problemas sociales que vivía el país, además, de la intervención peruana que llegaría por el motín del 18 de abril. 38
Otras de las medidas que realizó Sucre, fue la construcción de un puerto en Cobija y mejorar la calidad de vida – salud y proyectos urbanísticos – Siendo en la salud el combatir la viruela, el tifus y el cáncer pernicioso, en el altiplano superior a los 3000 metros y las enfermedades más generalizadas de la zona templada entre 1000 y 3000 metros era la malaria, la disentería y las afecciones al hígado. La construcción de hospitales y mejoramiento de los ya existentes.39
Los proyectos realizados en las ciudades, fueron la pavimentación de calles y mejoramiento de alcantarillado, todo ello para fomentar la agricultura, la industria y el comercio. Un dato a conocer es que en Potosí se trató de construir y limpiar las lagunas que existían alrededor de la ciudad y que eran para el consumo, no solo de la población, sino para la limpieza de plata, con el fin de evitar una escasez de agua. 40
La construcción de un puerto, trae con ello, el poder llenar las necesidades políticas y económicas de un país. La idea de la construcción sería de Simón Bolívar, emitiendo un decreto en Chuquisaca, declarando la intención gubernamental de establecer un puerto en la vía de Cobija, con el nombre de “puerto La Mar”, en honor al general ecuatoriano José de la Mar, en diciembre de 1825, tras la partida de Bolívar, Sucre tomaría el proyecto. Aun así, el “puerto La Mar” terminaría siendo sofocado por el puerto Arica-La Paz y aún más con la invasión peruana que terminaría con la presidencia de Sucre -quien intentó- además, comprar el puerto Arica y sus colaboradores, puesto que éstos eran extranjeros. Aun tras la partida de Sucre, el puerto en Cobija, impulsado nuevamente por Andrés de Santa Cruz, quien se dedicó al puerto, aunque nuevamente terminaría siendo sofocado por el puerto Arica-La Paz, que era mucho mejor. Cabe recalcar que el puerto de Cobija apoyó, significativamente, a la modernización de Bolivia, sobre todo, de Potosí, debido a que los productos traídos desde Europa, al pasar por Potosí, aumentó, significativamente, el comercio de la ciudad. 41
Antonio José de Sucre, cuadro de Arturo Michelena (1895), editada por el autor.
La caída del soñador.
El General Sucre fue el padre y fundador de Bolivia; fué un hombre de sobresalientes virtudes públicas y privadas; fué el que remató gloriosamente la contienda de independencia americana; su gobierno fué ilustrado, liberal y organizador; fué generoso, desprendido, y, en fin, un eximio administrador y contra ese hombre se hizo revolución; se destrozó su brazo; se aisló cuando el ejército peruano interesaba derribarle del poder y expulsarlo del país; y todavía más se suscribió a la imposición extranjera: naturalmente la exaltación llegará a su colmo, y a los interventores de esos sucesos, se les llamará ingratos, ambiciosos y traidores [……]. Mas la historia no tiene criterio tan estrecho y parcial. Para fallar tiene que examinar con calma, con prudencia y con penetración”.
-Pinilla-
El gobierno sufrió levantamientos de las tropas colombianas, que se encontraban en un descontento por la falta de pago que se les había prometido. De los pequeños levantamientos en 1827, se daría el segundo levantamiento más grande, siendo por parte del batallón Voltígueros -que se había motivado en Potosí en agosto-, quienes estaban siendo transferidos a La Paz en preparación para su partida a Colombia, sin embargo debido a los agudos problemas financieros del gobierno, a fines de diciembre se le debían a sus miembros tres meses de salario, siendo que al amanecer del día de navidad el Batallón Voltígueros se amotino en sus cuarteles, apresado a sus oficiales y asaltando los cuarteles de los batallones de Bogotá y Granaderos para tratar de persuadir a sus compañeros colombianos para cooperar con su rebelión. Al mismo tiempo, los rebeldes encarcelaron al prefecto Gregorio Fernández, junto con autoridades municipales y al general José María Pérez de Urdininea. Forzaron a Fernández a entregar más de 20 mil pesos en salarios atrasados, robaron alrededor de 6 mil pesos en plata, oro y joyas del Tesoro; despidieron al comisarió y al arsenal, obligaron a los 16 ciudadanos particulares a contribuir con 2.800 pesos.42
Aunque la información del levantamiento había llegado a oídos de Sucre, por lo que éste partió desde Chuquisaca a La Paz y enterarse que el levantamiento había sido sofocado, porque en La Paz los rebeldes fueron persuadidos para dejar escapar a Fernández, Urdininea y al coronel Felipe Braun del Batallón de Granaderos. Urdininea se dirigió, inmediatamente, a Viacha, camino a Oruro, donde se hallaba establecido el segundo Batallón, mientras que en La Paz el coronel Braun se hizo cargo del Comando de los auxiliares leales, con quienes se dirigió Al Alto. La tarde del 27 de diciembre, unos 500 amotinados, bajo la jefatura de dos sargentos Graos y Galana, dejaron la ciudad y se dirigieron hacia el alto con destino a Perú, pero en Tiahuanaco alrededor de 200 soldados leales al mando de Braun y Urdininea alcanzaron a los Rebeldes, donde el levantamiento de los rebeldes fue sofocado.43
Una vez sofocado el levantamiento en Tiahuanaco, el gobierno se encontraría con el ejército peruano de Agustín Gamarra en la frontera, por lo que Sucre solicitó una entrevista personal con el general Gamarra, para conseguir una respuesta Clara de las razones del porqué se encontraba tan cerca de La Paz. El 5 de marzo se daría una reunión privada, donde Gamarra aseguró a Sucre de que el Perú no tenía planes hostiles contra Bolivia, que únicamente le preocupaba las posibles actividades de las tropas colombianas que se hallaban todavía en Bolivia en caso de que se produjera un conflicto entre Perú y Colombia, para persuadirlo de que sus temores eran infundados Sucre le mostró copias de órdenes para el retiro de las tropas auxiliares restantes y le recordó los problemas logísticos involucrados en el traslado de un gran número de hombres de La Paz a Arica para su embarque a Guayaquil, Sucre aseguró también que sus planes personales de regresar a Colombia a principios de agosto era irrevocables, el resultado del encuentro terminó en que Gamarra retiraría a sus hombres a 20 lenguas de las frontera hacia el Cuzco y Sucre prometió que una vez que las tropas se hubieran embarcado rumbo a Colombia, el ejército boliviano se retiraría de La Paz hacia el interior. 44
Tras la reunión y promesas, se daría en Chuquisaca el día jueves 18 de abril de 1828, el motín del Batallón de Granaderos, a las tres de mañana. 80 hombres, ubicados en el cuartel San Francisco, bajo el liderazgo del sargento argentino Cainzo, dos peruanos y el maestro de la banda. La información llegaría a Sucre por el doctor Miguel Antonio Luna, su cirujano general, por lo que Sucre, alrededor de las 6:30 de la mañana, cabalgó acompañado por Facundo Infante, dos ayudantes, un oficial y un civil al lugar de los hechos. Al llegar fueron recibidos a balazos, aun así, Sucre y sus acompañantes cargaron contra los rebeldes, empujándolos de vuelta al cuartel. En el vestíbulo del antiguo monasterio, uno de los ayudantes de Sucre fue herido por una bala que iba dirigida al presidente, y aun así, Sucre fue herido en su brazo derecho mientras levantaba su espada para atacar por lo que terminó retrocediendo hasta la calle, mientras trataba de llegar al palacio con su caballo herido, cuando el corcel de Sucre cruzaba el establo, Sucre cayó desmayado, los sirvientes del palacio lo llevaron a su habitación cubierto en una manta.45
La noticia del levantamiento correría como espuma por todo el país, incluso llegaría a los oídos Gamarra. Mientras en palacio, Sucre dictó un decreto que, delegada su autoridad al ministro de guerra, Pérez de Urdininea, como presidente del Consejo de ministros, con ello se envió a un mensajero a La Paz para informar a Urdininea, mensaje que llegaría el 23 de abril. Mientras que el 19 de abril un segundo cabildo se desarrolló para escuchar a los representantes rebeldes, éstos demandarían la renuncia de Sucre como presidente y el establecimiento de un gobierno provisional. Dos jueces respondieron a la demanda, luego Casimiro Olañeta pronunció una larga y dramática arenga, instando a la revolución e invitando a los espectadores a tomar las armas contra el gobierno de Sucre y luchar por la causa de la "Santa Religión” diciendo: “el gobierno Colombiano hereje, enemigo de los frailes y de la religión…” encendidas palabras que empujaron a la masa de los cuarteles al grito de:
“corramos a las armas, moriremos por nuestra Santa Religión Católica”; expuso los eminentes servicios de Sucre y la necesidad de apartarle del gobierno, por su política ligada con la de Bolívar que infundían temores a las naciones vecinas para Bolivia. Tal discurso influyo tanto que parte de la población chuquisaqueña se alisto a las filas de los amotinados. Para el final de la tarde, un grupo militar asalto el palacio, poniendo bajo arresto a Sucre y sus colaboradores. 46
Para poner fin al motín y anarquía que se vivía en la capital, el coronel Francisco López llegaría a la capital el 21 de abril desde Potosí, en respuesta al pedido de socorro del ministro Infante, que envió la mañana del levantamiento. Acampanado en La Recoleta López sería emboscada por los rebeldes. El resultado de la batalla terminó en la retirada de los rebeldes y una herida de muerte en el pecho del general Lanza, éste estaba presente tras escuchar sobre el motín dado el 18 de abril, Lanza (prefecto y comandante General de Chuquisaca quien fue a Potosí en busca de tropas y regresando con no más de 100 cabezas, junto al general Francisco López) Tras liberar a Sucre, Lanza seria ascendido a general de división el 22 de abril, aunque éste terminaría muriendo por la herida de bala en el pecho que le atormentaría en sus últimos 8 días. Al atardecer del día 22, López descendió de La Recoleta y tomó el cuartel de los rebeldes, muriendo 22 rebeldes y el resto en huida apresurada, para que tiempo después, terminar siendo ejecutados por el levantamiento.47
Como antes mencionamos, el levantamiento del 18 de abril llegó hasta oídos de Gamarra, quien a las siete de la mañana del 1 de mayo, con 2 mil hombres de caballería e infantería, habían cruzado la frontera, para luego acampar en el puerto de Guaqui y continuar luego hacia La Paz. La intervención de Gamarra, era justificada, con que recibió 82 pedidos desde Bolivia, con más de 2 mil firmas, requiriendo su intervención; qué los problemas políticos y los resultados de la elección del 3 de febrero, lo habían convencido de que Bolivia quería "redención y libertad", y hacia un llamado a los bolivianos a cooperar con el Perú para destruir el despotismo de la Constitución bolivariana, asegurando que el ejército peruano solo permanecerá hasta que pudiera reunirse el congreso, que la única compensación que el Perú exigirá sería la paz y amistad entre las dos naciones. 48
La intervención del Perú en Bolivia, se debe a la presencia de tropas colombianas, comandadas por uno de los mayores cooperadores de Bolívar (quien fue tachado de dictador), Sucre quien, como amigo del libertador, era un problema que este estuviese como presidente y que con tal cargo implementase una política del libertador. 49
Aunque en un principio se intentaba expulsar al ejército peruano, todo se resumiría el 7 de julio, cuando se firmó el tratado de Piquiza, ubicado en la provincia de Linares al sudeste de la Villa Imperial, entre Gamarra y Urdininea. En el tratado de Piquiza se estableció el abandono de Sucre y todas las tropas colombianas y la re convocatoria del Congreso Constituyente para el 1 de agosto, para recibir la renuncia de Sucre y su mensaje de despedida, aprobar un gobierno provisional y llamar a una asamblea nacional que modificará o anulará la Constitución de 1826; el financiamiento del ejército peruano por los Tesoros departamentales de Bolivia y la suspensión de relaciones diplomáticas con Brasil hasta que se llegara a un acuerdo con la Argentina en sus disputas sobre la banda oriental. También se firmó un pacto secreto entre Gamarra y Urdininea en Piquiza, el primer artículo establece la renuncia de Facundo Infante como ministro del interior y su partida de Bolivia en 20 días, el segundo y tercer artículo, se ocupaba del Coronel Pedro Blanco, cuya defección a mediados de mayo, había debilitado la defensa contra Gamarra -Blanco contaba con una proporción sustancial del ejército boliviano-, Blanco debía ser promovida al rango de brigadier general y con la garantía del ejército peruano. 50
Lo establecido en el tratado de Piquiza llegaría a Sucre, quien como establecía en el tratado tendría que renunciar y retirarse de Bolivia, siendo que en un principio Sucre planeado pronunciar personalmente su mensaje al congreso constituyente el 2 de agosto, pero este terminaría dejándolo para que fuese leído debido al cansancio de esperar a que se reuniera los diputados, por lo que decidió partir la tarde del segundo día junto con una escolta de amigos por el camino hacia Potosí, después de una despedida, continuó hacia la Villa Imperial, con 1 mil pesos que le había prestado un sobrino, también se hizo prestar una mula y un caballo para concluir su llegada hasta el puerto de cobija y partir del país.51
Tras su renuncia, el país entraría en un momento crítico a la falta de una figura y grupo (colaboradores de Sucre, que fueron expulsados del país) que mantuviesen el orden y construyesen los pilares de la nueva nación que tambaleante. Y aunque el camino fue duro, el país sobreviviría tras la llegada de Andrés de Santa Cruz a la presidencia.
Sucre, fue uno de los mejores presidentes que tuvo Bolivia y que logró cimentar los pilares necesarios para la supervivencia de la nación, entregando su corazón en la creación de una nación justa y libre, preparada para las más grandes catástrofes, pues incursiono en la educación más que cualquier otro, en la eliminación del poder de la iglesia -medida que otras naciones tardaron en realizar- y en la eliminación de impuestos injustos -tributo indígena-, aunque termino fallando, intento hacer lo posible para una nación que no podía sobrevivir sola sin apoyo de otras naciones más grandes y poderosas, pudiese vivir independiente y soberana. Pero, como dijo Arguedas “Sucre se redujo a instruirnos con el ejemplo de lo que debe ser un buen gobernante; pero la lección fue inútil. Nadie supo aprovecharla ni agradecerle. Al contrario, nos sentimos ofendidos por la enseñanza y le castigamos rompiéndole el brazo”.
Todo lo que aprendemos hoy en día sobre nuestros lideres republicanos llega a ser muy poca información o muy poca atractiva, lo suficiente como para que no nos adentremos en conocer los pensamientos e ideales que antes se tenían, convirtiéndose solamente en menciones de fechas y nombres, llegando a lo mucho a mencionar el acto más importante o el titulo más conocido del personaje que se vaya a hacer mención, sin saber el porqué se le menciona o es importante en la historia de Bolivia, quedando como mera mención sin alma, que al ver una estatua o cuadro de alguna figura como la de Sucre, solamente poder decir “solo recuerdo que es un libertador”, llevando a la figura de Sucre al olvido, pues no es recordar a nuestros libertadores con solo saber la fecha en la que nació y en que batallas lucho, sino se debe saber por qué en un principio decidieron luchar por la independencia, ya que solo estaríamos recordando una imagen y no un sueño. En otras palabras ¿Acaso, solo recordamos figuras de sinvergüenzas que sofocan a los verdaderos patriotas?
Es Conocer para entender y comprender, que podemos tener más de lo que se nos habla y entrega, porque en el mundo hay gente que está dispuesta a entregarlo todo por un fin noble y hermoso como es la libertad.
Plaza Sucre ubicada en la ciudad de Potosí, Fotografiada y retocada por el autor
“Aun pediré otro premio á la nación entera y a sus administradores: de conservar por entre todos los peligros la independencia de Bolivia; y de preferir todas las desgracias, y la muerte misma de sus hijos, antes que perder su soberanía de la República que proclamaron los pueblos y que obtuvieron en recompensa de sus generosos sacrificios en la revolución”.
Sucre: En carta de despedida
Notas:
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 84-85.
- Defensa de Sucre, Domingo de Alcalá, p. 20; La presidencia de Sucre en Bolivia, William lofstrom, p. 87-89.
- Antonio José de Sucre, Guillermo A. Sherwell, p. 25.
- Defensa de Sucre, Domingo de Alcalá, p. 9-10
- Defensa de Sucre, Domingo de Alcalá, p.10-12
- Antonio José de Sucre, Guillermo A. Sherwell, p. 30; La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 90.
- Vida del gran mariscal de Ayacucho, Villanueva, p. 474; Ayacucho y la independencia del Alto Perú, Orlando Rincones, p. 225; La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 89.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 90.
- Vida del gran mariscal de Ayacucho, Villanueva. p. 486; La dramática insurgencia de Bolivia, Charles W. Arnade. p. 187.
- La presidencia de Sucre en Bolivia William Lofstrom p.113-114; El sueño Truncado, Eudoro Galindo Anze, p. 318; Informe sobre Bolivia (1827), Joseph B. Pentland, p. 75.
- Vida del gran mariscal de Ayacucho, Villanueva, p. 485-486; La dramática insurgencia de Bolivia, Charles W. Arnade, p. 187-188.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom p. 91-94; Vida del gran mariscal de Ayacucho, Villanueva. p. 487-488; Historia de Bolivia de los orígenes al 2014, Herbert S. Klein, p. 135-136.
- La dramática insurgencia de Bolivia, Charles W. Arnade, p. 200-201.
- La dramática insurgencia de Bolivia, Charles W. Arnade, p. 201-202; Vida del gran mariscal de Ayacucho, Villanueva. p. 487; Tumusla: La Batalla que dio la libertad e Independencia a Bolivia, Víctor Hugo Medinaceli, p. 233-235; Historia de Bolivia de los orígenes al 2014, Herbert S. Klein, p. 134-135.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 94.
- La dramática insurgencia de Bolivia, Charles W. Arnade, p. 211-212.
- La dramática insurgencia de Bolivia, Charles W. Arnade, p. 214.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 95; Otra Historia de Bolivia, Mariano Baptista Gumucio, p. 182; Historia de Bolivia de los orígenes al 2014, Herbert S. Klein, p. 136-137.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 98-99; Entre Urnas y usiles, Carlos Mesa, pp. 56-58, 336; Historia de Bolivia de los orígenes al 2014, Herbert S. Klein, p. 139.
- La Presidencia de Bolivia, William Lofstrom, p. 125-126.
- La Presidencia de Bolivia, William Lofstrom, p. 126-130; Entre Urnas y Fusiles, Carlos Mesa, p. 434.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 117-120; 27 de octubre de 1827, en Blanco Galindo; Informe sobre Bolivia (1827), Joseph B. Pentland, p.1 05-107; Historia de Bolivia de los orígenes al 2014, Herbert S. Klein, p. 140.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 152-153; Conservación de los monumentos virreinales en Bolivia, Instituto Boliviano de
Cultura, embajada de España en Bolivia, Instituto de Cooperación
Iberoamericana
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William lofstrom, p. 162-164.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 164-165; https://digitalcollections.rice.edu/ Colección oficial de leyes, decretos, Ordenes y resoluciones supremas que se han expedido para el régimen de la República Boliviana, volumen 1, parte 1; Historia de Bolivia de los orígenes al 2014, Herbert S. Klein, p. 145-147.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 164.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 169-171; https://digitalcollections.rice.edu/ Colección oficial de leyes, decretos, Ordenes y resoluciones supremas que se han expedido para el régimen de la República Boliviana, volumen 1, parte 1.
- La Presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 236.
- La Presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 237; https://digitalcollections.rice.edu/ Colección oficial de leyes, decretos, Ordenes y resoluciones supremas que se han expedido para el régimen de la República Boliviana, volumen 1, parte 1.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 238-245; Historia de Bolivia de los orígenes al 2014, Herbert S. Klein, p. 138-139.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 245-299; El método de enseñanza mutua de Josph Lancaster, Ana Martín García, Universidad Internacional de la Rioja (UNIR) Facultad de Educación.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 359; Historia de Bolivia de los orígenes al 2014, Herbert S. Klein, pp. 139-140, 144-145.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 373-376.
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- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 390-392.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 406-410; Historia de Bolivia de los orígenes al 2014, Herbert S. Klein, p. 147—148.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, pp. 415-416, 420-423, 430-443.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, pp. 301-302, 307-309.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 317-332; Historia de Bolivia de los orígenes al 2014, Herbert S. Klein, p. 150.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 459-460; Sucre a León Galindo, Chuquisaca, 14 de octubre de 1826, en Blanco Galindo. Crónica del año 1828 (Continuación de la creación de Bolivia), Sabino Pinilla, p. 7-8.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 460; ANB, MH, t. 10, núm. 11, Gregorio Fernández a ministro de Hacienda, La Paz, 11 de enero de 1828.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 464-465; Sucre a León Galindo, Chuquisaca, 22 de diciembre de 1827, en Blanco Galindo; Crónica del año 1828 (Continuación de la creación de Bolivia), Sabino Pinilla, p. 12-13.
- Crónica del año 1828 (Continuación de la creación de Bolivia), Sabino Pinilla,
p. 14-16; La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 468
- Crónica del año 1828 (Continuación de la creación de Bolivia), Sabino Pinilla, p. 16; La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 469; Gracias al 31 de diciembre: (Bolivia entre la presidencia de Bolívar y la muerte de Gamarra), Hernando Armaza Pérez del Castillo, p. 21.
- El Sueño Truncado, Eudoro Galindo Anze, p. 319-320; Crónica del año 1828 (Continuación de la creación de Bolivia), Sabino Pinilla, p. 19-21; La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 470
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 471-472; 8. Crónica del año 1828 (Continuación de la creación de Bolivia), Sabino Pinilla, p. 16-18.
- Crónica del año 1828 (Continuación de la creación de Bolivia), Sabino Pinilla, p. 25
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 473-474.
- La presidencia de Sucre en Bolivia, William Lofstrom, p. 474-478; Sucre a León Galindo, Chuquisaca, 8 de octubre de 1826, en Blanco Galindo; Historia de Bolivia de los orígenes al 2014, Herbert S. Klein, p. 148.
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El sueño truncado, Eliodoro Galindo Anze, (1996), editorial GráficaOffset-La Paz (Bolivia); depósito legal No 4-1-1128-95
Tumusla: La Batalla que dio Libertad e Independencia a Bolivia. 1ero. De Abril – Jueves Santo – 1825. “Hombre de la ley”- “Héroe Inmarcesible”., Víctor Hugo Medinaceli. Impresión: Imprenta Artes Gráficas Carrasco, La Paz-Bolivia (2012).
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Historia de Bolivia de los orígenes al 2014, Herbert S. Klein (2015), quinta edición, Librería editorial “G.U.M.” La Paz
La dramática Insurgencia de Bolivia, Charles W. Arnade, librería editorial “juventud”, La Paz-Bolivia.
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Señor Lector, este es solo un reporte. La información completa está en la edición impresa de El Potosí.