Decenas de millones de personas soportaron ayer, domingo, una persistente ola de calor en el hemisferio norte, con temperaturas extremas en Estados Unidos, Europa y Asia, en una nueva ilustración de los efectos del calentamiento global.
En Europa, donde el calentamiento progresa el doble de rápido que la media mundial, según los expertos, varios países registraron temperaturas extremas que superaron los 38 grados.
En Italia, 16 ciudades están en alerta roja, con máximas de hasta 36 y 37 ºC. Pese a ello, unos 15.000 peregrinos y turistas, según la gendarmería vaticana, se congregaron en la plaza de San Pedro para asistir al mediodía a la tradicional oración del Angelus del papa Francisco.
Estados Unidos no se libra y espera una ola de calor "extremadamente peligrosa" de California a Texas, según el Servicio Meteorológico Nacional norteamericano (NWS). En el Valle de la Muerte, en California, el termómetro llegó escaló hasta 51° C y este domingo se esperan hasta 54 grados.
Además de las altas temperaturas, el sur de California sufre violentos incendios que ya quemaron 1.214 hectáreas. Al norte de Filadelfia, en Pensilvania, una breve inundación dejó tres muertos el sábado y cuatro personas siguen desaparecidas, indicaron los bomberos.