Oriente Petrolero y FC Universitario salieron del estadio Ramón Aguilera Costas sin hacerse daño, con un empate a un gol, con los tantos llegando en la recta final, dejando descontento frente a la urgencia que tenían estos equipos de ganar para mejorar su ubicación en la tabla.

Los goles llegaron tarde como premio para la “U” de Vinto por las ocasiones que tuvo para abrir la cuenta, dejando al arquero Wilson Quiñónez como la figura por las intervenciones que tuvo y la desesperación empujó a los locales a emparejar la cuenta sobre la hora, siendo el mayor perjudicado por tratarse del local y en medio de su lucha por eludir la zona del descenso de categoría.

El arquero Raúl Olivares colocó la mano a tiempo para evitar que Hugo Dorrego anote un gol olímpico en el lanzamiento de tiro de esquina durante el primer tiempo. En el costado opuesto, Quiñónez dejó su arco intacto en gran parte del compromiso.

Quiñonez se lanzó abajo para contener un remate de Daniel Camacho en un cara a cara, tras un pase desde el costado. El guardameta paraguayo minutos después atajó un zurdazo de Joel Calicho cuando comenzó a crecer la figura de Rafael Lima como el distribuir de los balones y el encargado de hacer funcionar a los doctos.

Por la vía de Lima, con un desborde por la izquierda, el balón pasó al costado opuesto, donde ingresó Carlos Ribera para ejecutar un disparo diagonal de derecha que permitió el 1-0, a los 81 minutos. Este resultado generaba una sorpresa, pero era el premio a la progresión en el fútbol estudiantil en el regreso del entrenador Pablo Godoy.

Los albiverdes saltaron detrás del empate, consiguiendo el 1-1 a los 88´, por un lanzamiento penal, luego de una falta de Olivares sobre Hugo Rojas. Marcos Riquelme anotó con una definición precisa, subiendo sus créditos con la afición.

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