Las elecciones en los estados de Coahuila (norte) y el Estado de México (centro), el más poblado del país, celebradas este domingo confirmaron el auge del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Morena derribó al otrora poderoso Partido Revolucionario Institucional (PRI) en su terreno más preciado, el Estado de México, en el que viven 17 millones de habitantes y que no había perdido una elección en 94 años.
Si bien en la jornada el PRI rescató los muebles quedándose con el control de Coahuila, esa victoria resultó simbólica ante la derrota en el Estado de México, vecino a la capital mexicana.
En ambas elecciones, el PRI, venido a menos desde 2015, fue a la contienda en coalición.
En el Estado de México, Alejandra del Moral, fue la candidata por la coalición “Va por el Estado de México”, integrada por Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) y Nueva Alianza (NA). Del Moral intentó una difícil remontada ante Delfina Gómez, cercana a López Obrador y quien siempre fue adelante en la encuestas. Gómez, quien por segunda ocasión consecutiva contendía por la gubernatura del Estado de México, lideró la coalición “Juntos Hacemos Historia”, integrada por Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Verde Ecologista de México (PVEM) y del Trabajo (PT).