
El Gobierno español, reunido en sesión extraordinaria, disolvió este lunes el Parlamento y aprobó la convocatoria de elecciones generales adelantadas para el 23 de julio, como había anunciado antes el jefe del Ejecutivo, el socialista Pedro Sánchez.
El fuerte revés sufrido este domingo por la izquierda en las elecciones municipales y regionales llevó a Sánchez a adelantar los comicios parlamentarios, previstos para diciembre próximo.
Las elecciones generales se celebrarán en plena presidencia española de la Unión Europea, que comienza el 1 de julio. El importante ascenso de la derecha hizo que los socialistas pierdan grandes cuotas de poder en gobiernos regionales y ayuntamientos.
Los conservadores del Partido Popular (PP) consiguieron la mayoría absoluta en la ciudad de Madrid y su región, donde ya gobernaban, y ahora aspiran a desbancar a la coalición de izquierdas entre socialistas y Unidas Podemos del Gobierno de la nación.
INESPERADO
El adelanto electoral era una decisión bastante inesperada, que sorprendió tanto a los rivales políticos de Sánchez como a sectores de su propio partido.
El conservador Partido Popular obtuvo cerca de siete millones de votos en las elecciones para los ayuntamientos de todo el país y para 12 de los 17 gobiernos regionales, unos 761 mil más que los socialistas.