
La terrible tormenta invernal que causó la muerte de más de 50 personas en Estados Unidos el fin de semana de Navidad comienza a dar señales de amainar al tiempo que aparecen historias de familias atrapadas durante días en lo que llaman la “tormenta de nieve del siglo”.
El número de muertes atribuidas a la tormenta de nieve, la mayoría en accidentes de tráfico, aumentó a por lo menos 50 después de que las autoridades confirmaran otro fallecimiento en el condado de Erie, en el oeste de Nueva York, epicentro de la crisis.
“Desafortunadamente, la policía espera que ese número aumente”, tuiteó Byron Brown, alcalde de Buffalo, la ciudad más grande del condado, que ha estado paralizada durante cinco días por bancos de nieve que superan el metro de altura y cortes de energía, y donde se pronosticaron más nevadas el martes.
Kathy Hochul, gobernadora del estado de Nueva York y oriunda de Buffalo, describió las secuelas de la tormenta como “una zona de guerra”.
A medida que las temperaturas caían en picado, los viajeros y algunos residentes que huían de sus hogares helados quedaron atrapados en las carreteras, sin poder ser rescatados.
Un padre contó haber estado atrapado en su vehículo, en las calles de Buffalo, con sus cuatro hijos pequeños durante 11 horas antes de ser rescatados, según The New York Times.