Efectivos de la Policía y la Guardia Nacional (GNB) dispersaron ayer con bombas lacrimógenas la marcha convocada por la oposición hacia la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE), en el centro de Caracas, para exigir la activación del referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
El recorrido de la movilización fue interrumpido por cordones policiales instalados en distintas vías del este caraqueño. Tras reanudar la manifestación en otro punto del trayecto, los efectivos arrojaron gases lacrimógenos contra los manifestantes.
"Esto que estamos viendo es un ejemplo del diálogo del Gobierno, que reprime con sus cuerpos de seguridad a una manifestación pacífica", señaló en un comunicado el dirigente opositor Henrique Capriles, quien aseguró que "aquí no hay violencia" sino "un pueblo cansado de esta crisis". El dos veces candidato a la Presidencia y gobernador del estado Miranda (centro) indicó que "la gente quiere comida, medicinas, seguridad y revocatorio".