Ante el alarmante aumento de casos de violencia en el Departamento de Potosí, la delegada defensorial, Jackeline Alarcón, hizo un llamado urgente a las familias para construir relaciones basadas en la confianza y la comunicación abierta.
La propuesta busca prevenir agresiones sexuales y físicas, particularmente dentro del entorno familiar, donde suelen ocurrir la mayoría de los casos.
Alarcón destacó que, en lo que va del año, Potosí registra siete feminicidios y más de 2.000 denuncias de violencia, cifras que reflejan una crisis que demanda acciones conjuntas de toda la sociedad.
“No puede haber secretos entre adultos y niños”, enfatizó y subrayó la importancia de enseñar a los menores a identificar y denunciar cualquier situación de riesgo.
Según la defensora, muchos casos de abuso sexual terminan en embarazos no deseados en niñas, truncando sus proyectos de vida y poniendo en peligro su salud física y mental.
Además, señaló que, aunque el consumo excesivo de alcohol es un factor común en la violencia, muchas personas actúan de forma agresiva incluso en estado sobrio, lo que revela problemas más profundos en la convivencia familiar.