Cerca de una decena de choferes, en su mayoría conductores de microbuses, denunciaron que en el surtidor en la avenida Cívica, les vendieron diésel mezclado con agua, lo que provocó daños en los motores de sus vehículos.
Rolando Puma, uno de los transportistas perjudicados, relató que su micro comenzó a fallar poco después de cargar combustible y se detuvo por completo a una cuadra del surtidor. “Hemos sacado la bomba del diésel y estaba llena de agua. Ya no daba más, no encendía para nada. Otra volqueta tuvo el mismo problema. No encendía”, comentó visiblemente molesto.
Ante los incidentes, otros conductores, advertidos sobre el riesgo, optaron por desmontar los tanques y bombas de sus vehículos para limpiar el sistema y evaluar posibles daños.
“Lo que estamos haciendo es desmontar los tanques y revisar toda la bomba, porque no podemos trabajar así,” señaló otro de los choferes afectados.
Los transportistas perjudicados retornaron al surtidor para extraer el líquido de sus tanques y probaron que el diésel estaba mezclado con agua. A pesar de las insistentes quejas, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) aún no ha emitido un pronunciamiento oficial. Una funcionaria de la entidad se negó a hacer declaraciones, argumentando falta de autorización.