Lo que comenzó como una incautación rutinaria de contrabando terminó convirtiéndose en una jornada de terror en el puesto de control de Cuartos, en el municipio de Villazón.
Efectivos del Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando (CEO-LCC) interceptaron una camioneta cargada con mercancía ilegal, sin imaginar que esa acción desataría una verdadera pesadilla.
La noticia de la incautación corrió como pólvora entre los contrabandistas de la zona. En cuestión de minutos, un grupo de más de 50 personas, entre hombres y mujeres, se organizó para recuperar el botín. Lo que siguió fue un despliegue violento que transformó a Cuartos en un escenario de caos y mucha tensión.
Amparada en la oscuridad de la noche, la multitud, armada con piedras, dinamitas y otros objetos contundentes, inició una brutal ofensiva para impedir que el vehículo con la mercancía fuera trasladada al recinto aduanero. Las detonaciones de dinamita retumbaron en el aire, seguidas por explosiones de petardos que sembraron el pánico en esa región potosina.
Los contrabandistas, determinados a no perder su valiosa mercancía, bloquearon el paso de la camioneta con violencia y ante la posibilidad de que recuperaran mercadería y vehículo, el CEO habría procedido a la quema de los mismos.
El Viceministro de Lucha contra el Contrabando, Daniel Pedro Vargas Carrasco, informó que la Ley 1053 autoriza a la destrucción del contrabando y los motorizados cuando está en riesgo el operativo y eso es lo que se habría hecho.
EL ATAQUE
El horror no terminó ahí. La furia de los contrabandistas se dirigió entonces al recinto aduanero. Enardecidos, rodearon las instalaciones, prendiendo fuego a los pastizales cercanos utilizando neumáticos y madera. Mientras el humo se elevaba al cielo, las detonaciones de explosivos continuaron, creando una atmósfera de terror en el lugar.