
El asunto va más allá de una acusación. Tras haber sido acusado de intento de violación a una mujer policía, el coronel Juan Carlos Alarcón Altamirano fue destituido del alto cargo de comandante departamental de la Policía de Potosí pero, al margen de ese hecho, su alejamiento sería parte de una purga que el gobierno está ejecutando en los organismos de seguridad del Estado a raíz de los sucesos de octubre y noviembre de 2019.
La acusación se hizo pública el viernes por la mañana. Alarcón respondió de inmediato pero, por la tarde, cuando llegó el presidente Luis Arce, a participar en el acto de aniversario de la Asociación de Municipalidades de Potosí, quien fue a recibirlo fue el subcomandante, Williams Torrejón. Por ello, existen razones para suponer que su destitución se produjo ese mismo día.
Al interior de la Policía de Potosí existe incertidumbre sobre lo que podría pasar porque está pendiente de promulgación la Ley de Carrera de Generales y de Ascensos de la Policía Boliviana que, en los hechos, dispondría que la institución del orden pase a depender del Ministerio de Gobierno y pasaría a retiro a los oficiales egresados en 1990, que actualmente es la promoción más antigua.
El viernes, cuando rechazó las acusaciones de intento de violación en su contra, Alarcón dijo que estas forman parte de una campaña destinada a perjudicar a su promoción y pocos entendieron por qué hablaba de eso, ya que el directo sindicado por las acusaciones de la mujer policía era él. Su alejamiento saca a flote el detalle de las promociones.
En la Policía de Potosí circula la versión de que el nuevo comandante será de la promoción 1991 y los tres coroneles que quedan en el Alto Mando Policial son de la del 90, incluido Torrejón. Si Se designa a un coronel con menor antigüedad que ellos, los tres pasan automáticamente a la reserva, porque no pueden subordinarse a un oficial con menor antigüedad.
Los cambios en la normativa de ascensos no se limitan a la Policía sino que también llegarían al ejército. Supuestamente, se trata de una estrategia del gobierno para desmontar a todos quienes estuvieron involucrados, directa o indirectamente, con los sucesos de octubre y noviembre de 2019, que derivaron en la renuncia de Evo Morales a la presidencia.
La acusación de intento de violación contra el coronel Alarcón debe dilucidarse en la instancia que corresponda pero, entretanto, Potosí se ha quedado sin comandante de la Policía.
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