La primera de tres jornadas que fueron convocadas por el Comité Cívico Potosinista (Comcipo), para analizar los informes del Ministerio de Minería, comenzó este jueves con el tema de los deterioros que sufre el Cerro Rico pero lo que se vio es que algunas personas interrumpen a los estudiosos y evitan que expongan con tranquilidad los resultados de sus investigaciones.
El riesgo del hundimiento de la legendaria montaña no solo es un problema técnico sino que necesita un enfoque histórico porque, según advierten los investigadores, sus problemas comenzaron desde el inicio mismo de su explotación, en 1545, pero los asistentes a la reunión demuestran poca paciencia y evitan que se se profundice el tema. Así, cuando el docente universitario Jaime Claros exponía una propuesta técnica, le interrumpieron pidiéndole brevedad y él llegó al extremo de pedir que los observadores pasen al frente a seguir exponiendo.
Con el argumento de que se debe presentar propuestas para evitar más daños al cerro, se llegó al extremo de plantear que se pida a 10.000 de los 12.000 mineros que trabajan en el yacimiento que dejen de hacerlo. Las soluciones difíciles de implementar entorpecen las negociaciones y dilatan el problema.
..........
Señor Lector, este es solo un reporte. La información completa está en la edición impresa de El Potosí.