Bolivia comenzó a escribir una nueva historia en las Eliminatorias Sudamericanas. Volvió a ganar como visitante después de 31 años y 67 partidos, y lo hizo por primera vez en Chile, donde este martes superó 1-2 a la selección trasandina.
Para encontrar un triunfo boliviano como visitante en clasificatorias mundialistas, uno se debe remontar al 18 de julio de 1993, cuando en Puerto Ordaz la Verde goleó 1-7 a Venezuela, en una brillante campaña que concluyó con la clasificación al Mundial de Estados Unidos 94.
En la historia quedaron futbolistas como Marco Etcheverry, Milton Melgar, Julio César Baldivieso, Erwin “Platini” Sánchez y William Ramallo, quienes formaron parte de esa generación dorada del balompié nacional.
Ahora, este 2024, aparece una nueva generación que encuentra su espacio en la Selección gracias al proyecto encabezado por Óscar Villegas.
Marcelo Suárez, Diego Medina, Robson Matheus, Miguel Terceros, Gabriel Villamil y Enzo Monteiro, por nombrar algunos son los rostros nuevos de esta nueva camada.
EL PARTIDO
En su segundo partido al frente de la Verde, Villegas mantuvo el mismo sistema táctico con el que la fecha pasada le ganó a Venezuela (4-0) en El Alto; vale decir, un 1-4-2-3-1, aunque con otros nombres.
No se sintió las ausencias de Henry Vaca (por lesión), Ramiro Vaca ni Héctor Cuéllar (por acumulación de tarjetas amarillas), que fueron titulares en el triunfo sobre la Vinotinto.
Cuando el partido todavía estaba en etapa de estudio, llegó el gol boliviano. Roberto Fernández escapó por izquierda, desbordó hasta el área chilena y sacó un centro al corazón del área para que Carmelo Algarañaz empujara el balón al fondo del arco y anotara el 0-1 a los 13 minutos.
A Chile le costaba romper la ordenada muralla defensiva nacional, que cuando se animaba a atacar ponía en zozobra a los locales.
La Roja llegó al empate en una jugada fortuita. Gabriel Villamil tocó el balón desde la mitad de la cancha para Carlos Lampe, que tras dominar la pelota cayó desplomado al piso, una situación que no desaprovechó el chileno Eduardo Vargas, quien anotó el empate a arco desguarnecido.
Tras el gol, todos los jugadores bolivianos le reclamaron al atacante trasandino por la falta de “juego limpio” y por la actitud antideportiva, pero el daño ya estaba hecho. El juego se paralizó cinco minutos con la atención médica de Lampe, que después fue sustituido por Guillermo Viscarra. Después del partido se conoció que el arquero de Bolívar sufrió una rotura del tendón de Aquiles.
En el reinicio del juego, la Verde se volvió a poner en ventaja. En el primer minuto de adición, nuevamente Fernández desbordó por izquierda y esta vez sirvió el balón a Miguel Terceros, que tras dominar el esférico, sacó un violento remate dentro del área para poner el 1-2.
El local pudo igualar antes del descanso, pero un cabezazo de Vicente Pizarro se estrelló en el travesaño boliviano. Con el 1-2 se fueron al descanso.
En el complemento la dinámica del partido no cambió mucho, aunque Chile encontró mayores situaciones de gol con centros al área y pelotas paradas, como a los 71’ cuando Viscarra le atajó un cabezazo dentro del área a Pizarro.
Ya en tiempo de adición (96’), Viscarra volvió a ahogarle el grito de gol a los locales, esta vez salvando un remate de tiro libre de Gabriel Suazo. Fue lo último de un partido entretenido, que se disputó en mitad de cancha y que dejó a Bolivia en ek octavo lugar, un puesto expectante de cara a la próxima doble fecha cuando en octubre sea local de Colombia y visitante de Argentina.