La estadounidense Sofia Kenin logró, a sus 21 años, su primer título de Grand Slam al derrotar en la final a la española Garbiñe Muguruza en tres sets, por 4-6, 6-2 y 6-2, que buscaba en Melbourne su tercer “grande”.
La norteamericana de origen ruso, que comenzó el torneo como decimoquinta jugadora del mundo, nunca había superado los octavos de final de un Grand Slam (Roland Garros en 2019), pero se mostró superior a una irregular Muguruza (N.32), que buscaba su tercer “grande”, tras haber conquistado Roland Garros (2016) y Wimbledon (2017).
La final fue un reflejo de lo que es Garbiñe Muguruza como tenista, alternando momentos de gran tenis (35 'winners' por 28 de la rival) y otros de “desconexión” (con 45 errores no forzados, 23 para Kenin, y 8 dobles faltas), frente a una rival que se fue agrandando conforme avanzaba el partido, tanto físicamente como en nivel de juego.