
La selección brasileña dio un golpe de autoridad ayer, sábado, al cerrar su clasificación para los cuartos de final de la Copa América 2019 con una manita de goles ante una selección peruana inocente que se queda a expensas de lo que ocurra en los otros dos grupos para buscar el pase como uno de los dos mejores terceros.
Fue un día de resurrección en Brasil. La Canarinha revivió en el "Arena Corinthians" de San Pablo, tras el mal juego mostrado en la victoria sobre Bolivia (3-0) y en el empate sin goles ante Venezuela, y reconquistó a su afición con pólvora y dinamita.
Casemiro, que se perderá los cuartos tras haber visto amarilla, inició el baile con un cabezazo a la salida de un córner (m.12).
Firmino amplió gracias a una pifia del portero peruano Gallese (m.19) y Everton, el mejor de la tarde, dejó el partido visto para sentencia con un latigazo desde fuera del área (m.32).
En la segunda mitad, el capitán Daniel Alves (m.53) y Willian (m.90) cerrarían la cuenta. Gabriel Jesús pudo marcar un penal en el 93, pero Gallese acertó y evitó el set.
Guerrero, que volvía a la que fue su casa con la camiseta del Corinthians, se marchó al banquillo desquiciado al inicio de la segunda mitad. Cueva no encontró su sitio y Trauco tuvo la mejor oportunidad para la Blanquirroja, pero Alisson estuvo firme.