El finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) se impuso ayer domingo en el Gran Premio de Estados Unidos, decimoctava prueba del Mundial de Fórmula Uno, en el que terminó por delante del holandés Max Verstappen (Red Bull) y el líder del campeonato, el británico Lewis Hamilton (Mercedes), que fue tercero y no pudo dejar ya sentenciado su quinto título.
Para proclamarse pentacampeón Hamilton necesitaba sumar ocho puntos más que su rival por la corona, Sebastian Vettel (Ferrari), pero sólo pudo sacarle tres, ya que el alemán acabó en la cuarta plaza en el Circuito de la Américas, en Austin (Texas).
Tras esta carrera el inglés dispone de 70 puntos de ventaja sobre Vettel, lo que supone que le basta con acabar séptimo en la próxima carrera, el Gran Premio de México de la semana que viene, para ganar su quinto título e igualar en el palmarés al legendario piloto argentino Juan Manuel Fangio. Para resumir, debe sumar tres puntos más que su adversario germano.
Kimi Raikkonen, campeón mundial en 2007 y que el año que viene regresará al equipo Sauber, logró su vigésima primera victoria en el Mundial de Fórmula Uno y la primera desde que en 2013 se impuso, al volante de un Lotus, en el Gran Premio de Australia. Han transcurrido 112 carreras para volver a ver al piloto de Espoo, de 39 años, en lo más alto de un podio.