
El piloto francés Stéphane Peterhansel (Peugeot) se adjudicó ayer, en coches, la quinta etapa y se afianzó como líder del Dakar, mientras que su compatriota y compañero Sébastien Loeb (Peugeot) abandonó la carrera por problemas físicos de su copiloto tras sufrir un golpe.
Peterhansel, ganador de las dos últimas ediciones del Dakar, logró terminar los 268 kilómetros cronometrados de la quinta etapa en 2 horas, 51 minutos y 19 segundos, con lo que aumentó su ventaja respecto a sus perseguidores más directos.
Su primer rival era Loeb, que tuvo que retirarse de la competencia después de que su copiloto, Daniel Elena, se golpeó al caer a un hoyo con el vehículo, mientras que el español Carlos Sainz (Peugeot), tercero en la general, terminó ayer en la cuarta posición, a más de 18 minutos de Peterhansel.
En segundo lugar quedó el holandés Bernhard Ten Brinke (Toyota), a 4 minutos y 52 segundos, mientras que tercero fue el sudafricano Giniel De Villiers (Toyota), a 12 minutos y 47 segundos.