Un gol del jovencísimo Bed Woodburn, de tan solo 17 años, permitió a Gales seguir soñando con la clasificación para el Mundial de Rusia 2018, tras imponerse ayer por 1-0 a una selección austríaca, que con esta derrota se despide casi definitivamente de la cita mundialista.
Ni Gareth Bale, que lo intentó una y otra vez con sus potentes disparos lejanos, ni Aaron Ramsey, que estrelló la mejor ocasión local en el cuerpo de un defensa visitante, el héroe galés fue hoy el jovencísimo Woodburn.