Una bola que besó la cinta y cayó mánsamente en el campo de Angelique Kerber, proporcionó a la eslovaca Dominika Cibulkova el título más importante de su carrera, el Masters en Singapur, tras imponerse en la final a la germana por 6-3 y 6-4.
Cibulkova llegó al Masters como una de las tres novatas este año, junto con la checa Karolina Pliskova y la estadounidense Madison Keys y acabó sucediendo a la polaca Agnieszka Radwanska y convirtiéndose en la primera eslovaca en ganar el torneo que cierra la temporada.
A la subcampeona del Abierto de Australia hace dos años le costó 76 minutos de dura lucha, y cuatro bolas de partido, cediendo una de ellas con una doble falta y las otras dos con sendos fallos de derecha.
Pero "Domi", una de las jugadoras de menos altura del circuito (1,61 metros) no desesperó y luchó en la cuarta. La fortuna se alió con ella en el último punto.