En el último suspiro. Con un contragolpe letal, ayer el equipo de Real Potosí terminó por dejar mal herido a su tradicional rival en el clásico número 26 de la historia liguera.
Gilbert Álvarez fue el encargado de conseguir la única conquista del partido cuando el telón del partido empezaba a bajarse y la gente ya empezaba a salir del estadio “Víctor Agustín Ugarte”. El gol fue convertido a los cuatro minutos del tiempo de alargue, pero en planilla se registró a los 90 minutos.
Ambos elencos sabían que la derrota los dejaba seriamente comprometidos con el tema del descenso, por ello que el partido tuvo un trámite discreto a lo largo de los 90 minutos.
Si bien Real fue el que llevó mayor peligro al arco rival durante la primera mitad, pero no pudo ser contundente a la hora de romper el cero. Carlos Vargas y Antonio Rojano fueron los hombres más incisivos en la ofensiva lila.
A los 25 minutos, Vargas rompió el cero ante una mala salida del meta Jon Azpillaga, pero el árbitro beniano Alejandro Mancilla no contabilizó el tanto por una supuesta posición de fuera de lugar. Dos minutos más tarde, Vargas ensayó una media tijera que salió a escasos centímetros del travesaño. Al final de la primera etapa, ambos elencos regresaron a sus vestuarios sin vencidos ni vencedores.