
Las victorias de Novak Djokovic, Roger Federer y Serena Williams en la primera jornada de competición en Melbourne Park, sede del Abierto de Australia, pasaron ayer casi inadvertidas dada la denuncia de la BBC de un supuesto amaño de partidos durante la pasada década.
Los documentos de la investigación, a los que la cadena británica y el portal BuzzFeed News tuvieron acceso, señalan a 16 jugadores -algunos de ellos ganadores de Grand Slam- que figuraban entre los 50 mejores del mundo cuando la llamada Unidad de Integridad del Tenis (TIU, por sus siglas en inglés) les marcó como sospechosos de entregar sus partidos.
"A mí se me acercaron indirectamente a través de las personas que trabajaban conmigo en ese momento", reconoció en rueda de prensa Djokovic, tras derrotar al surcoreano Hyeon Chung en primera ronda.
"Obviamente, dijimos inmediatamente que no. La persona que estaba tratando de ponerse en contacto conmigo ni siquiera vino a mí de forma directa", explicó el serbio.