En Potosí, el culto a la Virgen de la Candelaria es muy antiguo y persiste hasta nuestros días.
Basándonos en los datos del cronista Bartolomé Arsánz, la imagen más antigua sería la que se encuentra en el templo de San Pedro por lo menos desde 1616.
A la imagen de San Pedro le dicen “la Collita” o “la Coyita”. Mide 90 centímetros de alto por aproximadamente 35 de ancho y es atribuida al escultor Juan de Miranda.
Entre los milagros que se le atribuye está el haber salvado de la muerte a muchos mitayos en el periodo colonial.
Luego estaría la de Jerusalén que, aunque las referencias la datan en 1583, fue encontrada en un rancherío de indios ubicado una cuadra más abajo de San Bernardo el 23 de noviembre de 1623, cuando los vascongados de San Juan de Vidaurre huían de los vicuñas liderados por Francisco Castillo.
Cuando los españoles intentaron llevarse la imagen, los indios protestaron así que la dejaron en el lugar hasta que, años después, cuando ese sitio se arruinó, se construyó una capilla para albergarla. Esa capilla se convirtió luego en el templo de Jerusalén, donde permanece esa imagen que sale en procesión para el 2 de febrero.
La imagen más reciente es la que se encuentra en la gruta de la plaza San Martín, en la zona alta de la ciudad.
Hacia 1582, el escultor indio Francisco Tito Yupanqui vivía en Potosí y talló una imagen de la Virgen de la Candelaria basándose en la Virgen del Rosario que está en el templo de Santo Domingo. Debido al rechazo de los curas de la época, Tito Yupanqui se llevó la imagen hasta su pueblo a orillas del Lago Titicaca, donde hoy está el santuario de Copacabana. Se trata de la Virgen de Copacabana, patrona de Bolivia, que fue tallada en Potosí.
La imagen de la gruta es una réplica de la de Copacabana y fue entronizada en 1992 en homenaje a su tallado en esta ciudad.
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