
Hasta marzo de este año era imposible visitar la tumba de Colón en la Catedral de Sevilla. El templo se había reabierto con restricciones debido a la covid-19 y apenas se permitía ingresar a las misas que eran celebradas, con aforo limitado, en una de las capillas laterales cuyo acceso era por la calle Alemanes. Los cuidados se justificaban si se toma en cuenta que este monumental edificio, considerado la catedral gótica más grande en funcionamiento, recibía por encima del millón de visitantes anuales y en 2017 casi duplica esa cifra.
Uno de los espacios cerrados a la visita era la tumba de Cristóbal Colón, lugar de visita obligado en una ciudad que respira historia a cada paso. Se supone que allí, en un pedestal sobre el que está una estatua de cuatro personas cargando su ataúd, están los restos del almirante cuyo deseo, en vida, fue reposar en Sevilla.
Pero los historiadores que no pudieron visitar la tumba en marzo no se lamentaron demasiado porque, según otra versión, los restos de Colón no están ahí, sino en la Catedral de Santo Domingo. En este otro monumento, pero americano, se encontró, en 1877, una caja con restos de huesos y una inscripción en el interior en la que se lee el nombre del navegante.
En una nota para la BBC, Marcos González Díaz escribió que “desde entonces, las autoridades dominicanas mantienen que los restos nunca salieron de la isla, sino que los españoles se llevaron a Cuba los huesos de otro familiar de Colón (posiblemente de su hijo Diego o de algún nieto, uno de los cuales —para seguir contribuyendo a la incógnita— también se llamaba Cristóbal Colón)”.
Pero entre Sevilla y Santo Domingo existe una diferencia: allá se hizo estudios de ADN que determinaron, sin lugar a dudas, que los restos custodiados en la catedral gótica tienen el código genético de la familia Colón. La versión dominicana recuerda que todos los miembros de esa familia comparten ese código, así que el análisis es válido para cualquiera.
Los estudios de Sevilla fueron realizados en 2003 pero fueron interrumpidos porque la tecnología disponible, y el estado de degradación de los huesos, no permitían obtener información precisa como, por ejemplo, la diferenciación de qué restos son de Cristóbal Colón y cuáles los de su hijo Diego.
Apenas este miércoles, el especialista que dirige el equipo de expertos que están a cargo de esta investigación, José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Granada, anunció oficialmente que los análisis han sido reiniciados.
El 12 de octubre de 2021, conmemorando un nuevo aniversario de la llegada de Colón a América, se dará a conocer los resultados. No solo se dará datos sobre la identidad de los restos que están en Sevilla sino que también se proporcionará información sobre el lugar de nacimiento del hombre que, con sus viajes, no descubrió América —a la que antes habían llegado otros europeos— pero abrió la ruta para que el continente sea ocupado.
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