
La Alcaldía cumplió. Un charango de dos metros de largo, con cuerdas y temple incluido, fue repuesto ayer en la misma jardinera donde estaba el monumento anterior pero este está al ras del suelo y, por tanto, corre riesgo de sufrir vandalismo.
Representantes de la filial potosina de la Sociedad Boliviana del Charango, incluido su presidente, Antonio Cadena, expresaron su beneplácito en un acto en el que la comisión jurídica y de cultura del Concejo Municipal hizo presencia con su presidenta, Elizabeth Ugarte, y su secretaria, Azucena Fuertes.
El artista Daniel Vallejo dijo que el nuevo monumento, elaborado por Wilber Iván Uyuquipa, se ve mejor que el anterior pero eso se debe a que ese era de latón y representaba un charango antiguo, con caja de resonancia de pecho de cóndor, y fue hecho por René Bonifaz, quien tuvo la idea de poner en ese lugar una alegoría al instrumento que tuvo su origen en Potosí.
Pero, aparentemente, nadie reparó en el hecho de que el monumento está literalmente en el suelo, apoyado en unos soportes metálicos que no representan ninguna garantía, y eso hace temer que sea blanco de los vándalos.
El monumento necesita estar más arriba, difícil de alcanzar, o, por lo menos, mejor protegido. Ayer se sugirió, incluso, que se ponga una cámara en el lugar para vigilarlo por las noches.