Ayer se desarrolló la trigésima segunda Entrada Folclórica Salesiana en honor y devoción a la Virgen María Auxiliadora, patrona del colegio católico particular Don Bosco.
Con la participación de más de 20 grupos de bailarines se mostró la diversidad cultural boliviana con bailes como el Tinku, la Saya Afroboliviana, los Caporales, Negritos, Calcheños, Potosimanta, Diablada, Saya y otras.
En la oportunidad se destacó el colorido de los trajes que vistieron los estudiantes que efectuaron coreografías que gustaron al público ubicado a lo largo de la antigua ruta de Ch’utillos.
La alegría de alumnos, maestros y padres de familia contribuyó a que la entrada sea todo un éxito y se pueda hacer que esa comunidad tenga una mejor comprensión de lo que significan las diferentes danzas, cada una de las cuales tiene una carga histórica y expresa la relación del hombre boliviano con su entorno.
Estudiantes consultados sobre la experiencia que significa bailar una danza nacional o autóctona señalaron que lo hacen por cariño al colegio, pero ya desde el momento de los ensayos, comprenden que cada paso, cada ritmo y cada coreografía tienen un significado especial para el hombre boliviano, sea del altiplano, los valles o el oriente.
Por quinto año consecutivo participaron los exalumnos del colegio formando una agrupación numerosa de diferentes promociones. Todos bailaron la muy alegre tarqueada.
Este año la novedad fue que la Gobernación filmó el paso de los grupos de baile y lo difundió por su pantalla gigante instalada en el centro de la ciudad.
El sacerdote Giovanni López participó en la recepción de los bailarines y dio la bendición al término de la actividad destacando que la fe hacia la Virgen María Auxiliadora es fundamental en la formación de los estudiantes de este establecimiento católico privado.
Los espectadores expresaron su felicitacion al establecimiento educativo que con la Entrada Saleciana permite que se pueda observar bailes nacionales y regionales en su verdadera dimensión, sin los cambios que realizan algunos en fiestas nacionales, lo cual le quita la esencia al folclore boliviano.