
Luego de una inusual y muy ajetreada jornada en centros populares de abastecimiento y en los supermercados, desde las 16:00, la actividad en el país se fue desacelerando quedando paralizada prácticamente en su totalidad. Las medidas asumidas por el Gobierno central fueron acatadas en cada rincón del país.
El Decreto Supremo de emergencia y cuarentena establece ocho horas de arresto contra los infractores. Los militares también se sumaron a los patrullajes, como se había anunciado desde el Gobierno.
El aparato productivo, prácticamente, está paralizado. Se estableció horario continuo de trabajo de 08.00 a 13.00 para el sector público y privado.
Luego de 21 días de paro en octubre, tras las elecciones que fueron anuladas, Santa Cruz, la locomotora de la economía boliviana apagó ayer, miércoles, sus motores por segunda vez en menos de seis meses. De esta manera el dinamismo que caracteriza a ese Departamento contrastaban con las calles y avenidas desoladas en la capital.
Policías fueron desplazados a diferentes zonas y en las primeras horas de vigencia de la cuarentena en La Paz se volcaron a acelerar el cierre de los negocios que continuaban abiertos. Pasadas las 18:00 permanecía personas en el centro paceño debido a que no lograron conseguir vehículos para llegar a su destino.
La Policía y las Fuerzas Armadas salieron a las calles desde las 16:00, con el objetivo de hacer cumplir el Decreto de Emergencia Sanitaria presentado ayer por el Gobierno de Jeanine Áñez; pero, no fue necesaria ninguna medida disuasiva.
El Viceministerio de Autonomías emitió un comunicado en el que sostiene que el Gobierno central define las acciones con respecto al brote de coronavirus (Covid-19) en territorio nacional.