Un juez declaró este martes al expresidente estadounidense Donald Trump responsable de un cargo de fraude en el proceso por la vía civil impulsado por la Fiscalía estatal de Nueva York, que lo acusaba de inflar activos de su empresa durante años para obtener mejores condiciones en préstamos y otros beneficios económicos.
En una decisión emitida ayer, el juez Arthur Engoron dio la razón a la Fiscalía, que la semana pasada solicitó un juicio sumario parcial sobre el principal cargo del caso, el de fraude contra Trump, sus hijos Donald Jr. y Eric, la Organización Trump y varios socios, dejando otros seis delitos para dirimirse en el juicio programado el 2 de octubre.
En el documento, Engoron considera que la Fiscalía, dirigida por la fiscal Letitia James, ha “demostrado (que existe) responsabilidad” por parte de los acusados, entre los que también figuran Allen Weisselberg y Jeffrey McConney, dos antiguos ejecutivos de la Organización Trump, y ordenó que se “cancelen” las licencias de negocio de todos en Nueva York.
En los próximos diez días, los acusados deben recomendar a tres personas como máximo para que gestionen la disolución de las empresas relacionadas esas licencias canceladas, según indica el dictamen, revisado por EFE.
Engoron señala que Trump hizo declaraciones que multiplicaban por tres el tamaño real de su apartamento en la Torre Trump y opina que una “discrepancia de tal magnitud, por un desarrollador inmobiliario que exagera su propio espacio de vivienda durante décadas, solo se puede considerar fraude”.
La semana pasada, en una audiencia, el juez ya pareció inclinarse por los argumentos de los fiscales, que recordaron que en un solo año Trump llegó a exagerar sus activos en 2.200 millones de dólares, y declaró enfadado que “no se puede hacer falsas declaraciones (de condición financiera) y utilizarlas en los negocios”.