Rusia acusó este lunes a Ucrania de ser un “régimen neonazi y rusófobo” que “promueve el odio” contra su población rusoparlante, señaló el equipo legal ruso en una audiencia en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en la que Moscú pidió desestimar una disputa entre ambos países sobre la Convención contra el Genocidio.
Ucrania acusó a Rusia de “manipular la noción de genocidio” recogida en la Convención contra el Genocidio -ratificada por 133 países desde 1948, incluidos Rusia y Ucrania- para “justificar la agresión” en febrero de 2022, puesto que Moscú -alegó Kiev- usó ese tratado para argumentar la invasión y el uso de la fuerza, tras acusar al Gobierno ucraniano de estar cometiendo un presunto genocidio en las regiones de Luhansk y Donetsk.
El diplomático ruso Gennady Kuzmin, que expuso hoy los argumentos de Rusia sobre cuestiones legales que rodean la competencia de este tribunal sobre este caso, alegó que la CIJ, el máximo tribunal de Naciones Unidas, no tiene jurisdicción porque, en su visión, no hay ninguna disputa sobre esta convención en concreto.