El presidente de Francia, Emmanuel Macron, promulgó la impopular ley sobre la reforma de las pensiones que retrasa la edad de jubilación, apenas unas horas después de que el Consejo Constitucional diera su visto bueno a la ley y tras una noche de incidentes en toda Francia.
Aunque después de la validación por el Consejo Constitucional, tenía un plazo de 15 días, la Presidencia francesa ya indicó que se haría en 48 horas, a pesar de que los sindicatos le habían pedido que no lo hiciera. Pese a la oposición del 70% de los ciudadanos, la ley entrará en vigor el próximo 1 de septiembre.
La norma retrasa la edad de jubilación de los 62 a los 64 años y amplía a 43 la exigencia de años cotizados para cobrar una pensión completa.
“Macron ha querido intimidar a toda Francia robando, durante la noche, dos años de libertad a todos los asalariados. Es un gesto de arrogancia sin sentido. La lucha por la retirada de la ley es ahora una cuestión de dignidad”, dijo en un tuit el líder de la Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélénchon.