El Gobierno de Argentina negó este jueves haber favorecido la fuga a Venezuela de la exministra correísta María de los Ángeles Duarte desde su refugio en la embajada argentina en Quito, en tanto se desligó de las cuestiones de seguridad en Ecuador.
“El Gobierno argentino, la Cancillería argentina, no tiene que ver con las cuestiones de seguridad en Ecuador. Con lo cual, cómo haya sucedido es algo que nos excede”, dijo ayer, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, en su rueda de prensa semanal.
Duarte, que formó parte de la administración del expresidente izquierdista Rafael Correa (2007-2017), abandonó la residencia de la embajada de Argentina en Quito en la que se había refugiado durante más de dos años y medio para no ir a prisión por una condena en 2020 a ocho años de cárcel por cohecho como parte del caso “Sobornos 2012-2016”.
Lo hizo después de que el Gobierno de Argentina, presidido por el peronista Alberto Fernández, le concediese el asilo que había solicitado, pero el de Ecuador, que preside el conservador Guillermo Lasso, se opuso a entregarle un salvoconducto para que viajase a Buenos Aires sin ser detenida.