
El jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, visitó este miércoles las zonas del noroeste de Siria devastadas por el terremoto del 6 de febrero, en su primer viaje a esta región bajo control rebelde.
El director general de la OMS pasó por el puesto fronterizo de Bab al Hawa con Turquía, donde se registró el epicentro del terremoto, que dejó más de 50 mil muertos en ambos países.
También visitó tres hospitales y un centro de acogida para los supervivientes de la tragedia, cerca de la frontera turca.
El sismo, que dejó en esta zona 4.537 fallecidos, se suma "al sufrimiento inimaginable de las personas que tanto han soportado durante 12 años", dijo el funcionario en una rueda de prensa brindada a la prensa siria.